Capítulo 5

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Pov.Lisa

Estoy un tanto preocupada, Jennie no ah vuelto a casa desde que salió esta mañana.

Al menos pude aprovechar eso para hablar con Rose, es una chica muy linda y amable, ya se que lo eh dicho muchas veces, pero me sorprende mucho ya que su naturaleza y personalidad sin duda alguna no logran compaginar.

Decidí ir a jardín a tomar un poco de aire, sería bueno verla volver a casa, eso mejor que quedarme aquí en mi habitación dando vueltas hasta que por arte de magia me entere de que llegó.

Bajé las escaleras con pasos pesados y cansados, entre la preocupación, el sueño y el agotamiento mental, me siento lo suficientemente cansada como para acostarme a dormir y no despertar hasta dentro de una semana. Quizás lo haga, pero luego de asegurarme que la preciosa vampira Jennie llegue a casa sin ningún problema sobre sus hombros.

Al llegar al jardín me dirigí hacia las rosas, amo observar el rosal así que me senté en el banco que hay frente a ellas, todas sus rosas son rojas como la sangre, eso las hace muy llamativas.

–Me pregunto por qué sus rosas son tan rojas, nunca vi un rosal tan vivo.–No pude evitar preguntar en voz alta.

–Eres curiosa, era de esperar.–escuché la voz de Jennie detrás de mi.–¿Qué haces afuera a estas horas? Ya es muy tarde, un humano debería estar durmiendo hace horas.

Se acercó hasta mi y se sentó a mi lado.

–Normamente los niños pequeños duermen temprano, pero ni soy un niño pequeño si esa ley aplica a todos los humanos.

–Lo sé.–la escuché reír un poco, algo así como una risa nasal.–Sobre las rosas... es una larga historia, ¿Quieres escucharla?

–¡Claro! Quiero saber.–ella rió ante mí actitud, debo parecer como una niña pequeña en espera a que le cuenten su historia favorita.

–A ver... recuerdo cuando era una tierna niña humana. Mi padre me contó el origen de que todas las rosas de este jardín crezcan tan rojas como la más pura sangre del más puro humano. Hace muchisimos años, incluso antes de que mi padre naciera, se llevó a cabo una guerra en estas mismas tierras. ¿Eso no te lo esperabas verdad?

–Siendo honesta, si. Estas tierras son muy grandes, como la mansión de una reina medieval, no me extraña eso de la guerra.

–Cierto. En fin, el dueño de estas tierras era un precioso y poderoso príncipe. Era bondadoso y honrado como ningún otro. Pero digamos que la vida o el destino no lo llevaron bien, para bien o para mal, se enamoró de una chica equivocada, pues esta tenía prometido, con el cual de hecho no estaba nada contenta, no lo amaba y solo estaba con el porque sus padres le obligaban a hacerlo.

–No entiendo porque en la época medieval tus padres debían escoger tu pareja.

–Cosas de la época que jamas entenderemos. La chica terminó enamorándose de él príncipe, era tan bueno en todos los aspectos que parecía el polo opuesto de su prometido, al cual con el paso de los días le fue agarrando cierto grado de odio. El prometido de la chica se enteró de lo que estaba ocurriendo con su chica y este príncipe. Al no ser una buena persona decidió retar al otro príncipe a un duelo.

–¿Duelo... o sea que acordaron tener una pelea?

–Algo así. Muy diferente a lo que hacen los chicos ahora. El prometido de la chica dijo: "la amo más que a mi vida, pero seré justo. Quien gane este duelo sera el merecedor de su amor". El príncipe nunca e su vida había tenido un duelo, y no quería pelear, eñ era más de palabras y no de espadas. Pero no tuvo otr opción. Rechazar el duelo era el equivalente a perder el amor de la mujer a quien amaba.

–Eso no me parece nada justo.

–Tampoco a mi, es injusto ya que no tuvo elección. En este mismo jardín donde estamos ahora, en este muso pasto debajo de nuestros pies ellos empezaron un duelo de espadas. El chico, con su experiencia en eso, logró herir al príncipe.

–No...–La historia va tomando un rumbo que no me gusta.

–Si. Fue un corte superficial en el abdomen, pero si dejaba pasar muchas horas terminaría desangrandose. El príncipe era consciente de eso, así que decidió decir sus últimas palabras antes de recibir en último golpe en el suelo. Esas palabras fueron: "me enorgullece morir aquí, en este jardín, donde tantas veces compartí mi tiempo con ella. Donde la hice reír, ser feliz y dalela paz que tu jamas podrás. En realidad moriré feliz, porque se que soy yo el dueño de su amor, su corazón, su alma y su cuerpo. No me importa morir porque se que ella y yo estamos destinados a estar juntos así que nos veremos en la siguiente vida, estoy seguro. ¿Me harías un último favor? Entrégale una de esas rosas. Dile que fue mi última voluntad, verla sonreír por última vez fue mi mayor deseo, pero no pude lograrlo y no me quedó más que la conformidad de imaginarlo". El chico no lo soportó más y decidió cortarle la cabeza al príncipe porque sabía que no moriría por algo tan simple como un pequeño corte en el abdomen, aunque perdiera toda su sangre, tardaría horas en morir. Estas rojas se marcharon con la sangre del príncipe, se dice que desde ese día las rosas que antes eran tan blancas como las nubes se tornaron rojas como la sangre. Dicen que hasta que dos personas no se amén tanto como el príncipe y aquella chica no volverán a crecer rosas blancas. Un amor tan puro como ese, con tanto respeto y consideración de por medo es casi imposible de encontrar en esos tiempos.

–¿Y qué pasó con la chica y su prometido, terminaron casándose?

–Claro que no. La chica abandono todo, su familia, su prometido, su pueblo. Jamás pudo perdonarle al chico que mató al amor de su vida.

–Eso es horrible.–la historia logró ponerme triste.

–Eso nos enseña que no podemos forzar el amor de nadie, si lapersona que te gusta no te quiere lo mejor que puedes hacer es dejarle ir. Después de todo, hay más tipos de sangre para saciar el hambre.

–Eso suena a frase de vampiro.

–Oh, no se, quizás porque soy un vampiro.–Ambas reímos.–¿Cómo es la frase esa en realidad, ya no lo recuerdo?

–Hay más peces en el mar.

–Oh, cierto.

Jennie y yo estuvimos un rato charlando en el jardín.

E sueño empezó a hacer mella en mi, a ganarme la batalla. Jennie, que se dio cuenta de eso decidió poner fin a nuestra conversación.

Me acompañó a mi habitación, me do las buenas noches y luego me fui a dormir.

Claro la historia de las rosas se quedó dando vueltas en mi cabeza.

Jardín de sangre (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora