Jardín de sangre (Jenlisa)

Capítulo 25

Pov.Lisa

Han pasado tres meses desde que me convertí en un ser sobrenatural.

Les resumo un poco este lapso de tiempo.

Durante la primera semana me sentia caliente todo el día, les cuento tan directo ya que tenemos cierto grado de confianza a estas alturas.

Jennie obviamente no desaprovechó las oportunidades que la vida le brindaba.

Me sentí muy rara la primera vez que tuve relaciones con ella sin ser humana, porque las emociones era evidentemente mayores, ella no tuvo que controlar sus habilidades y yo experimenté con las mías. A pesar de que fue algo un poco nuevo para ambas lo disfrutamos a más no poder.

La segunda semana las chicas empezaron a entrenarme para que aprendiera a controlar mis habilidades y mis cambios de humor.

Complicado porque cuando perdía en los entrenamientos al principio me enojada mucho y a veces empezaba a llorar de tristeza. Todo eran altibajos constantes.

Luego de un mes de vampira ya dominaba todas mis habilidades, en las peleas de entrenamiento siempre ganaba, Jisoo y Rose se lo tomaban normal, incluso les divertía, pero Jennie era otr caso.

Odia perder, siempre pedía revancha y luego de perder por segunda vez se enfurecia. Actualmente ella no puede ganarme en ninguna actividad, EN NADA.

Mi hermano se emocionó muchísimo al verme de nuevo, se quedó una semana en la casa para entrenar conmigo, adoro entrenar. Mejor dicho, disfruto de ganarles a todos.

Al llegar a dos meses como ser invencible mi hermano se fue a vivir con su novio, el cual, es un hombre lobo muy amable y cálido.

Invite a Minji a venir a casa y le conté todo por lo que pasé, no podía creerselo, estaba de manera literal, con la boca abierta.

Unas semanas después todo se volvió muy normal, y fue entonces cuando finalmente asumí por completo que mi vida ya no era igual, era mejor.

Quizás ahora, como vampira, soy más segura de mi misma, creo que ya se pudieron haber dado cuenta.

•••

–¿Quién va con quien?–preguntó Jisoo.

Las cuatro vampiras, que ya éramos como familia, estábamos en una cancha de baloncesto, cerca de la plaza central.

Hace unos días pasamos por aquí y se nos quedó la idea de jugar rondando en la cabeza, así que entre todas conparmos un balón y vinimos a echar un "partido amistoso".

–Yo voy con Lisa.–Rosie es muy inteligente, me sujetó de inmediato sabiendo que quien juegue conmigo, tiene la victoria asegurada.

Seríamos dos contra dos, en cualquier situación parecería estúpido jugar, quien tuviera el balón en la mano y un poco de habilidad ganaría seguro.

Pero recuerden quienes somos.

–¡Eso es trampa! No se vale.–Jennie saltó rápidamente a hablar.

–¿Y si se vale que tu juegues con ella?–preguntó Rosie.

Esto es divertido, parecen niñas pequeñas.

–¡Si!–yo creo que debería ser igual.

–Chicas ya calmense.–Jichu, como la mayor del grupo, siempre interviene en nuestras peleas infantiles.–En realidad da igual quien vaya con quien, es solo un juego.

–La apoyo.–afirmé.

•••

Comenzamos a jugar, el balón casi siempre estaba en mis manos, Rose y yo éramos hábiles, hacíamos un buen equipo.