Capítulo 22

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Pov.Jennie

Gracias a Lisa pude dormir la noche anterior. Hacia mucho que no podía apagar mi conciencia para "dormir", para ello se requiere cierto nivel de tranquilidad.

El cual sin Lisa cerca no tenía.

Estábamos muy tranquilas viendo una película en la sala, cuando alguien llamó a la puerta.

Quizás por el incremento que tuvieron mis habilidades en estos meses, por pasar tanto tiempo en su compañía o por ser mi creadora, supe identificar de quien se trataba.

–Hola Patrica.

–¿Como estas Jennie?–Me preguntó con amabilidad al entrar.

–Pues bien.

–Necesito tener una charla con ambas.–nos dijo cambiando su mirada de mi novia a mi y de mi a mi novia.

–¿Cuéntenos?–le dije cuando tomó asiento frente a nosotras.

–Me imagino que ya te contaron sobre el sobreviviente de la batalla.–mi pareja asintió.–Liam, ese chico no se va a quedar tranquilo. Lo más probable es que venga a por una segunda parte. No le importa si sale vivo o muerto.

–Déjame adivinar. ¿Vas a volver a entrenarme?

–Si es lo que deseas si. Pero, todos estaremos aquí para cuidar de ti, así que no es cierto por ciento necesario que te prepares para pelear, aunque no estaría de más.

–Claro, nunca esta de más.–con Leticia nada, nunca, sobra.

–Aún no hemos podido comprobar con certeza si el sabe de tu existencia o no. Pero si viene a por nosotros, sin duda alguna sabrá de ti, siendo el eslabón más débil querrá dejarte sin vida. Además, no es seguro que puedas revivir, no sabemos la fuerza de tu gen recesivo así que no podemos arriesgarnos.

–Entendemos eso, pero el estará en desventaja, de número, de fuerza, de resistencia, sumale la parte de la maldición que esas brujas le lanzaron. Algunas de ellas vinieron a Nueva Orleans con nosotros, sin duda nos van a contribuir con tal de que sigamos protegiendolas.–recordé lo amables que fueron con nosotros, me gustaría que Lisa las conociera, son buenas personas.

–Cierto. Bueno, yo solo vine a advertirles, además de ver a mi hija. Cuando volvimos no tuve tiempo de quedarme a hablar contigo.–Que lástima.–Pero ya me tengo que marchar, debo hacer muchas cosas antes del mediodía.–Ya te digo yo que si quisiera pasar tiempo con su hija de verdad hiciera un espacio en su agenda.–Se puso en pie.–Por cierto, ¿que hay de tu hermano?

–Se fue muy temprano. Supongo que volvió a su casa.–le respondió mi novia.

–Quizás vuelva o quizás no.–Quizás con el se lleve mejor que contigo, quizás no.

–Bueno, Lisa y yo tenemos cosas que hacer. Si no le importa.–Ya váyase señora, es muy temprano para tener a mi suegra en casa.

–Para nada. Adiós.–La acompañe a la puerta, luego de cerrarla volteé a ver a Lisa y le hice muecas en imitación a su mami querida.

–¿Puedes enseñarme a pelear?–me pidió de la nada. Creo que sin pensar.

–Tu mamá te mostró como hacerlo hace tiempo.

–Si. Pero ella solo me enseñó como hacerlo con un arma en la mano. Quiero saber como luchar de verdad, ya sabes puñetazo y patadas.–imitó las acciones anteriormente dichas.

Yo solo reía ante sus movimientos, se me hacia parecida a un niño pequeño con afán de grandeza.

Cedí ante su petición, esto sería divertido.

Jardín de sangre (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora