Capítulo 12

176 23 9
                                    

Pov.Jennie

Posiblemente ya tengan la suposición, sospecha o las ganas de escuchar lo que voy a decir, pero quiero pedirle a Lalisa Manoban que sea mi novia.

Les resumo la noche anterior.

Ella me besó, más bien, interrumpió mi discurso de "Haremos lo que quieras hacer", supongo que a veces hablo demasiado.

Teniendo en cuenta el momento en que decidió besarme, y la conversación que interrumpió, es posible que ella quiera algo conmigo.

Además también está como ah sido nuestra relación desde el día número uno, las cosas no han sido muy normales que digamos.

Luego del increíble beso, el mejor que eh dado en toda mi vida, volvimos a casa, ella subió corriendo las escaleras hasta su habitación, no sin antes darme un beso en la mejilla, después yo fui a la mía.

Y bueno, esta demás decir que no pude dormir, la suerte es que tengo la bendición de ser un hermoso ser inmortal, por lo que no tengo ojeras ni sueño en este momento.

Mi plan es tener una especie de cita con ella hoy, no se mucho de esto pero pensé pensé dar una vuelta por los destinos turísticos de Nueva Orleans, almorzar por ahí y luego, al volver a casa hablar con ella.

Aunque estoy muy nerviosa, no quiero que me rechace u tampoco quiero saber que significaría eso para mi.

Prefiero no pensar en eso, solo haré lo que mi corazón me dicte y ya, el resto es polvo.

Estaba en mi habitación pensando en todo mientras veía el techo, hasta escuchar la voz de Lisa y Rose en la sala,  eso significa que ya se despertó.

No tardó mucho en hacerlo, por suerte, solo son las diez y media de la mañana, solo tuve que esperar desde las doce de la noche hasta ahora. Nótese mi sarcasmo.

En fin, baje las escaleras con mi característica velocidad de vampiro, estaba muy emocionada, aunque es probable que ya lo hayan notado en mi forma de hablar.

Cuando llegue a la sala solo estaba Lisa, al notar mi presencia se alegró mucho, lo note en su expresión, pero luego sus mejillas se tornaron rojizas, al punto de no parecer algo natural, ni superable. Se veía preciosa así.

Yo, a pesar de estar tan emocionada al punto de querer brincar, mantuve mi semblante neutro en todo momento.

–Buenos días Lisa.–La saludé llegando a su lado y dándole un beso en la mejilla.

–Bu...Buenos días Jennie. ¿Cómo amaneciste?

Esta chica es un verdadero sol.

–Más o menos. Pero estoy mejor ahora que te vi.

¿Recuerdan lo que dije de su sonrojo?

Olvidenlo.

Si fue posible que se pusiera más roja.

–Y...¿Qué vas a hacer hoy?–creo que preguntó intentando romper el silencio.

–Bueno... iba a preguntarte si quieres dar una vuelta.

–¡Claro que sí!–salto como una niña pequeña, no pude evitar sonreír.

–Pues vamos entonces.

–¿A dónde vamos?

–Un paseo por el pueblo, almorzamos por ahí, y luego volvemos a casa. ¿Te parece?

–¡Si!–siento mi corazón derretirse al verla tan animada.

•••

Luego de dejarla sin poder caminar... espera, eso sonó mal.

Jardín de sangre (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora