Capítulo 10

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Pov.Lisa

Mi "Buenos dias" en general fue un tanto peculiar.

Jisoo vino a mi habitación en mi búsqueda, según ella sería una buena experiencia para mi verlos entrenando.

Puedo saber como piensan, actúan y combaten los vampiros, en el caso de que yo tenga que defenderme lo podré hacer.

Los tres creadores de la última vez vinieron a la casa.

Hace unos días cuand vinieron nos explicaron ese "pequeño inconveniente"

Al parecer hay otro vampiro que ellos crearon, este no está muy contento con la inmortalidad la inmortalidad desea aniquilados. El problema es que si ellos mueren todo su linaje lo hará, en resumen la mayoría de la especie vampirica, su muerte podría significar la extinción de la especie.

Entonces a pesar de ser complicado las chicas accedieron a luchar, a apoyar la causa.

Obvio yo me quedé un poco perdida ese día, haci que cuando se fueron las tres me tuvieron que explicar todo.

Es muy peligroso embarcarse en una pelea así, corren el riesgo de morir si dan un paso en falso. Pero también van a morir si matan a sus creadores, o sea, mejor intentar sobrevivir a quedarse con las manos cruzadas.

En fin, nos dirigimos al patio de la casa, al ser un espacio libre corren menos riesgos de destrozar la casa.

Me quedé un poco alejado, en la terraza para ser exacta. Me dio miedo acercarme un poco más.

Cuando empezaron a entrenar me quedé como: "¿En serio esto es solo un entrenamiento?"

Se rompían los huesos unos a otros, cortaban su cuerpo, sangre y más sangre. No me agradó mucho la escena pero entiendo con el fin que lo hacen.

Otra cosa que me dejó fría, de hielo, de piedra, anonadada, fue Jennie. Siendo precisa sus abdominales.

Cuando el entrenamiento empezó tenía una camisa de mangas y un short bastante cómodo, al parecer la camisa le dificultaba moverse y se la quitó, quedando solo e una corta blusa debajo.

Me so Rose un poco al ver su figura, esta fue la primera vez que tuve la oportunidad de apreciar lo cuidado que tiene su propio cuerpo.

Estaba tan metida en pensamientos que se supone yo no debería tener, que me asusté muchísimo cuando escuché un grito de Jennie.

¿Hasta cuando va a seguir así?

Quien la estaba entrenando era Eiden, desde el día que vinieron noté cierta tensión entre ellos pero decidí no opinar.

En ningún momento le ha dado tregua, siempre ataca antes de que su cuerpo se regenere, ya está cansada, al límite diría yo, cada herida nueva yarda más en regenerarse.

Según tengo entendido los vampiros extraen su fuerza de la sangre humana, que pasa si Jennie no tuvo la suficiente, podría ser malo para ella.

Luego de unos minutos Jennie alcanzó su límite, Eiden le dio muy fuerte en el abdomen, logrando que se abriera, y lo digo literal, aunque no fue tan grave, más bien se veía como un arañazos mar echo.

No entiendo como llegaron a ese punto, Jennie se había defendido bastante bien hasta ahora, Eiden estaba lleno de golpes y sangre por todas partes, aunque el todavía podía regenerar su cuerpo.

La distancia a la que yo estaba era considerable, por lo que no podía escuchar lo que estaban hablando, aún así me di cuenta de que luego de unos segundos de platica, Eiden me señaló, Jennie me observó y yo me asusteun poco, pensaran que soy una chismosa que está al tanto de su conversación.

Eiden se fue a sentar un rato al jardín, la vampira tomo aire y vino hacia mi.

–¿Estás bien?–pregunté preocupada mirando más de cerca la herida de su abdomen, y de paso sus marcados cuadros abdominales.

–Si, sólo que estoy un poco cansada. Pero estaré bien dentro de un rato.–Se sentó a mi lado, más que sentarse se dejó caer contra el asiento.

–Yo no estoy tan segura, esa herida ya estuviera sana, ¿no es así? Estas en tu limite, esta bien que digas la verdad.

–Ya lo sé.–dijo sonriendo.–Estoy muy, pero muy agotada, no tengo fuerzas ni para moverme, y si bebiera una sola gota de tu sangre podría matar a ese bastardo sin ningún problema.–Finalizó señalando a Eiden. Pero no beberé.

–¿No te gusta mi sangre?–Pregunté a propósito, creo que ya todos conocemos la respuesta.

–¿Gustarme? No me gusta, tu sangre me enloquece. Y ese es el problema, no quiero perder el control y hacerte daño, y aunque no pierda el control, telastimate con mis colmillos de todas formas.

–Entiendo tu punto, pero sabes que estoy de acuerdo en que bebas de mi sangre. Además, en este momento no se trata de si quieres o no, porque en verdad necesitas beber, y no puedes hacerlo de alguien más, asi que no tienes remedio.–Dije para luego poner mi muñeca delante de su boca esperando a que cediera.

Ella sonrió, por algún motivo se me pud la piel de gallina, me sentí como una presa nuevamente.

–Bien, si quieres que te chupe la sangre lo haré, pero esta vez sera a mi manera.

Me quedé atónita cuando apartó mi mano y se subió a horcajadas sobre mi, sentí mis mejillas arder ante esto.

¿Se volvió loca?

Por reflejo dejé caer mis manos sobre sus muslos, cuando fui consciente de ello me sonrojé el doble de lo que ya estaba.

–¿Vas... a morder mi cuello?–pregunté cuando note lo fija que tenía su vista en esa zona.

–¿Qué crees tu Maoban?–creo que si sigues pronunciando mi apellido esto va a acabar mal.–Y recuerda que tu comenzaste, ahora no puedes quejarte.

Se acercó a mi cuello todo lo que pudo, sentí el filo de sus colmillo chocar con mi piel, se sentían fríos, pero cuando ñenetraron en mi, además de hacerme quejar, los sentí cálidos.

Me di cuenta de que la vampira bebía de mi con sumo cuidado, como cuando te comes un pastel muy ponto que te da sentimiento comer de tan lindo que era.

A medida que succionaba mi cuello todo mi cuerpo reaccionaba, era una sensación muy estimulante, le sentía latir muy rápido, mi corazón también lo hacía. Sentía mi sangre recorrer todo mi cuerpo hasta llegar a la zona donde esos colmillo estaban encarados.

Luego de un momento ella retiro sus colmillos, pero no sé alejó de mi sin antes lamer delicadamente la mordida.

Después volvió donde Eiden con su velocidad de vampiro, asi que no pude reaccionar hasta verla demasiado lejos de mi.

Luego de horas y horas de las peleas que no hacían más que dejarme atónita, y ayudarme a comprobar que si un vampiro viene a por mi estoy muerta, los creadores decidieron ponerle fin al entrenamiento.

Ya estábamos todos en la sala despidiendo a las visitas.

–Espero que hayan aprendido algo bueno hoy.–Le dijo sonriente Yuna a Rose.

Jisoo se paró detrás de Rosie rápidamente y de manera posesiva, demasiada tensión en el ambiente.

–Claro que aprendimos.–Respondió Jisoo ates de que la pelirosa abriera la boca.–Pero ya es tarde, deberían irse para que podamos descansar, ¿no creen?–Está vez se dirigió de una manera más general al grupo.

–Cierto.–Dijo Kion notando la situación.–Vámonos ya.–el y sus amigos se marcharon.

Las cuatro chicas que quedamos en la habitación dejamos irun suspiró y mientras yo empecé a divagar en los recuerdos de hoy, las tres vampiras se dejaron caer sobre el sofá.

Se veían muy cansadas.

Jardín de sangre (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora