Jardín de sangre (Jenlisa)

Capítulo 11

Pov.Lisa

En la noche no podía conciliar el sueño, no era tan tarde pero las chicas, a pesar de ser hermosas e inmortales vampiras, se habían retirado a descansar, así que yo, a falta de actividades, tuve que hacer lo mismo.

En víspera de que el insomnio no se iría, me vestí, dispuesta a salir a dar una vuelta, no preguntes a donde porque ni yo misma se.

Salí de la casa en dirección al pueblo, a la parte central exactamente.

No se de mi cabeza la sensación que me hizo experimentar esa vampira, me sentí muy rara.

Un cosquilleo intenso me hizo flaquear los pies, recordarlo es como revivirlo.

Nunca antes había sentido eso, pero se de que se trata gracias a algunos libros que eh leído, ¿estaba excitada? ¿Es eso?

¿Me excito que ella mordiera mi cuello? ¿Desde cuando soy masoquista?

Da igual, al menos por ahora.

Se supone que vine para dejar de pensar, para despejar la mente del problema y no para pensar en que quiero que el problema me coma.

¡Espera! No dije eso. Fue mi subconciencia que habla sin saber y sin tener bases sólidas para afirmar algo así.

En fin, llegué al centro del pueblo.

Di algunas vueltas por la plaza, observé las tiendas, las pocas que seguían abiertas, en algunas entré a curiosear las bonitas manualidades.

Luego de llegar casi al mareo vi un bar abierto, me cuestione entre si entrar o no, pero como en ese momento mi única neurona estaba de vacaciones decidí entrar.

Contrario a lo que esperaba no habían muchas personas ahí, solo cuatro amigas en una mesa, un señor con no muy buena apariencia en otra bebiendo como si el mundo se fuera a acabar mañana mismo, la bartender que tenía cara de vampiro, si, no pregunten y la recepcionista que me dejó pasar porque estaba profundamente dormida en su puesto de trabajo.

Un bar un tanto peculiar, diría yo.

Fui directo a la barra.

-Hola, ¿Puedes ponerme una copa de vino blanco?-¿Qué estoy haciendo con mi vida?

-Claro, dime, ¿tu vampira destinada te deja salir a estas hora a beber a un bar?

¿QUE CARAJOS...?

-¿cómo... como es posible...?

-Oh, vamos.-me interrumpió.-También soy una vampira, se reconocer algunos casos de vampiros y almas gemelas, siglos de práctica.-¿Lo ven?

Yo dije que tenia cara de vampiro, mi intuición nunca falla, metira, si que lo hace.

-¿Pero como puedes hacer algo así? Es decir, reconocer vampiros siendo uno es entendible, ¿pero que hay con los destinados?-Pregunté super curiosa mientras ella me servía la copa y me la entregaba.

-En primera, tienes una marca en el cuello bastante reciente, te salvas que es de noche o alguien más podría haberla visto y sospechar, debes tener más cuidado con eso.-Mierda, es cierto.-En segunda, estas bastante animada, cualquier persona mordida por un vampiro pasa las próximas 48 horas un poco malas, a menos que tengan una relación cercana. Tercera, tu olor... es diferente, como si su olor estuviera en ti.

¿Huelo a Jennie?

-¿Quieres decir que huelo a vampiro?-Dije mientras bebía.

-Un poco, pero es evidente que el olor no es tuyo. Pero aún no respondes la pregunta que te hice.