Capítulo 20

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Pov.Lisa

Dos putos meses.

Han pasado dos meses desde la última vez que vi a mis amigas y a Jennie.

Dos meses en los cuales el vampiro amigo de mi madre me ah cuidado como una bebe, ¿adivinen que? No es solo un vampiro, es mi hermano por parte de padre, además de ser gay.

En estos meses el me ah apoyado muchísimo, gracias a él pude procesar que todo mi entorno se transformaze en tan poco tiempo.

Incluso me sorprende el cariño y el grado de confianza que tengo actualmente con el a en comparación con mi mamá.

La verdad, eh llorado mucho, una lágrima más por cada día que no sé de las chicas.

En el fondo ya tengo asumido que estén... ya saben.

Pero mi corazón conserva las esperanzas, no tiene el coraje para decirle adiós a Jisoo, quien me cuidó desde pequeña a pesar de no tener una obligación conmigo; a Rose, quien se volvió una muy buena amiga en la cual siento que puedo confiar para cualquier cosa y a Jennie, la única persona que me pudo enseñar lo que en verdad significa amar con toda el alma.

–¿Con qué quieres las tostadas?–Me preguntó Jacob, quién me estaba preparando unas tostadas para desayunar.

–Cualquier cosa está bien.–dije desanimada.

–Hay hermanita.–el siempre ah sido muy dulce y amable conmigo.–Debes reanimarte, no es bueno para tu salud estar tan deprimida. Lloras demasiado, cuesta muy poco, me preocupa tu salud.

–No te preocupes. Si algo me pasa volveré a la vida como un vampiro.

–Pero tu no quieres eso para ti.

–Da igual.

–Se acercan... creo que son tus amigas.

No puede ser.

Mi estado de ánimo se elevó de inmediato.

Fui corriendo a la sala, Rose y Jisoo atravesaron la puerta.

Su ropa era muy diferente a la que se habían llevado, incluso parecía estar nueva, recién estrenada.

Corrieron a abrázame, cuando las abracé rompí en llanto.

–No llores peque.–me dijo Jisoo.

–Si sigues así yo también lo haré.–reí ante la ocurrencia de Rosie.

Al separarme del abrazo me di cuenta de que mi madre entró acompañada de los demás vampiros.

–Hola cariño.–me abrazó tiernamente, respondí su abrazo luego de unos segundos.

–Hola mamá.–a pesar de que le respondí el saludo no entiendo tanto amor de repente luego de años de dejarme abandonada, pero Jacob me enseñó que a veces hay que perdonar.

Todos estaban presentes.

Menos Jennie.

–Te echamos mucho de menos.–dijo Jisoo.

–¿Dónde está Jennie?–tuve que preguntar.

Jisoo miró a Rose, quien miro de vuelta a Jisoo, luego a mi mamá y después a los demás creadores. Todos se observaban con preocupación un lástima.

–Ella...–Rose no sabia que decir exactamente.

No puede ser.

Ella no puede haber muerto, no, es imposible.

Sentí mi corazón oprimirse, hacerse chico, dejar de palpitar y luego volver a hacerlo sin control.

No podía creerlo, por un segundo deje de respirar y luego mi respiración se volvió errática.

Jardín de sangre (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora