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"Regreso."

La posible reacción de Riki le causaba, sin duda, un gran miedo; sin embargo, no pasaron ni cinco segundos cuando ya tenía al adolescente abrazándolo, llorando contra su cuello sin decir nada más, solo sollozando

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La posible reacción de Riki le causaba, sin duda, un gran miedo; sin embargo, no pasaron ni cinco segundos cuando ya tenía al adolescente abrazándolo, llorando contra su cuello sin decir nada más, solo sollozando.

Y entonces supo que no estaba molesto por ocultarle aquello, solo estaba asustado y triste, se sentía culpable y sabía que él no podía ni siquiera describir sus emociones por lo herido que se sentía. Sabía que el chico necesitaba ayuda, que la ayuda que le podría ofrecer Sunoo ya no era suficiente...

Al final, terminaron aceptando el testimonio de Sunoo como una prueba más para entregar al juez, con otras más que el señor Park se encargó de conseguir en lo que los adolescentes estaban en el hospital sin saber nada. Y así terminó concluyendo el plazo para la entrega de las pruebas y con ello, llegó el alta a Sunoo del hospital.

Sunoo salió del hospital en una silla de ruedas, teniendo que usarla para ser transportado para evitar que él hiciera fuerzas para caminar, pues si bien la recuperación había ido bien, todavía había riesgo de que la herida se abriera por esfuerzos, por lo que aún debía guardar extremo reposo por cerca de un mes y dos más de descanso menos estricto, pero aún necesario.

Todos estaban tan preocupados por atenderlo que incluso Sunghoon y Riki pasaron a vivir junto a los Kim durante aquel primer mes. Dividiéndose a la hora de cuidarle.

La señora y el señor Kim trabajaban día y noche, ahora más que nunca por haber pausado sus actividades por cuidar a su hijo, pues ahora habían muchas cosas pendientes que los mantenían el doble de ocupados.

Entonces eran Sunghoon y Riki quienes se dividían el deber de cuidarlo, pues ellos también habían vuelto a abrir la cafetería al verse bajos en dinero. Sunghoon trabajaba por las mañanas dejando a Riki el trabajo de ayudar a Sunoo con sus aseos, pese a tener una enfermera encargada de cambiar el vendaje y de hacer todas esas cosas de higiene y cuidado, Riki era quien debía ayudarle con los baños o a veces a sostener el mismo vendaje.

Mientras que por la tarde, cambiaban de roles, Riki iba a seguir atendiendo la cafetería y Sunghoon se quedaba con Sunoo todo el resto de la tarde hasta la noche. Hasta que llegaban los Kim y Ni-ki y nuevamente volvían a dormir.

Así fue su rutina, hasta unas semanas antes de concluir con aquel mes, pues Riki comenzó a prepararse para el próximo juicio, haciéndolo quedarse en casa todo el día y que Sunghoon por ende también trabajara todo el día.

Hasta que el día finalmente llegó. El día del juicio...

 El día del juicio

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Sonrisas Y Lágrimas | Sunki Donde viven las historias. Descúbrelo ahora