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"Flor"

Habían pasado ya dos días desde la última vez que Riki vió a Sunoo, durante aquel día realmente pensó que tal vez él también podía ser feliz, que tal vez podía hacerlo, que lo merecía

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Habían pasado ya dos días desde la última vez que Riki vió a Sunoo, durante aquel día realmente pensó que tal vez él también podía ser feliz, que tal vez podía hacerlo, que lo merecía.

Pero ahora estaba pensando justo lo contrario. Recién pasaron dos días sin la compañía del pelirrosa y ya se sentía deprimido de nuevo ¿Por qué? Las esperanzas e ilusiones se fueron volando con aquellos fuertes vientos que atacaban a la ciudad en esos instantes.

Sentía que lo extrañaba ¿Pero no era demasiado? Recién lo había conocido, recién había aceptado intentar ser su amigo ¿Y ahora decía extrañarlo? Tal vez, era solo un capricho suyo. Kim Sunwoo le hizo sentir que podía ser feliz de nuevo, que incluso podía merecerlo, y Riki lo creyó por un momento y se aferró a aquel sentimiento, sin saber que, en la ausencia del pelirrosa, volvería a sentirse miserable.

Tal vez su felicidad era artificial y solo llegaba cuando tenía su compañía.

Durante aquellos dos días, Nishimura volvió a ser el mismo de antes, salía de casa escondiendo completamente su rostro para ir en busca de un empleo, pero nadie quería contratar a un menor de edad y mucho menos a alguien como él. Las opciones ahora eran nulas, y si no conseguía empleo ¿Cómo pagaría por aquel cuarto donde vivía? El día de pago se acercaba y él no tenía ni un peso en su bolsillo.

Salía muy temprano y llegaba tarde, intentando pasar el mayor tiempo ocupado para evitar ponerse a pensar en su desgracia, lo mejor para él era escapar de sus problemas.

Pero aquella tarde del tercer día, mientras caminaba de regreso a su casa, una silueta de una persona le regresó la esperanza y le hizo volver a sentir que respiraba.

- ¡Riki!

El pelirrosa se acercó a él con una gran sonrisa y los brazos abiertos, entonces Riki se quedó inmóvil ante la acción próxima, hasta que sintió los brazos del chico rodearlo y de pronto ya lo tenía contra su pecho, frotando su mejilla a él como si fuera un felino.

« Lindo ~ »

El pelinegro no pudo más que aceptar su abrazo sin poder corresponderle, el temblor en sus manos le impedía hacerlo, pero a Sunoo no le pareció importar pues permaneció en su lugar hasta que se sintió satisfecho y se separó.

- ¿Cómo has estado? Perdón por no contactarte antes, falte un día a clases y se me juntaron los trabajos, estos últimos tres días han estado llenos de tareas y proyectos. - Se excusó de una manera que Riki empezaba a considerar como la más linda de todas, porque provino naturalmente de él.

Una manera demasiado linda, que parecía tan sincera, pero que lamentablemente, no lo era.

- No te preocupes, Sunoo, todo bien por acá. - Pero Riki tampoco lo puso en tela de juicio.

Sonrisas Y Lágrimas | Sunki Donde viven las historias. Descúbrelo ahora