Una perdida nunca es fácil de superar, ¿No es así?
Nishimura Riki sabe eso a la perfección, para muy su mala suerte.
Sin embargo, un lindo chico pelirrosa apareció en su vida en los momentos indicados, quien, junto a aquel rubio de hermosos lunares...
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- ¿Entonces cuándo cambió eso?
Preguntó la mujer luego de escuchar las lindas memorias que el menor tenía de su "Hyung".
- Después de que debutó - Confesó luego de pensarlo mucho - No me malentiendas, él estaba demasiado feliz por su debut, ¡Se preparó toda la vida para ello! ¡Estaba que radiaba de felicidad! - Aceptó el pañuelo que se le ofrecía y limpió sus mejillas mojadas - Pero saben que es mucha presión, mi Hyung se cansaba mucho, más cuando llegó su cuarto aniversario, tenían mucho trabajo ¿Lo recuerdan?
- Ese año promocionaron en Estados Unidos mientras tenían una gira mundial. - Recordó la chica asintiendo.
- Justo él pasaba por momentos difíciles que por privacidad no puedo decir, pero ¿Recuerdan cuando él lloró en el concierto pidiendo a las fans que no los dejaran? - Su voz se quebró al decirlo.
La chica pareció recordarlo claramente, pues sus ojos se vieron acuosos en unos instantes y tardó en responder, para después solo asentir sin fuerzas.
- Supongo que esa fue su manera de pedir ayuda - Las lágrimas volvieron a salir de los ojos de Ni-ki.
- ¿Estás diciendo que entonces Hyunjin cometió un... Su-sui... Suici... - Joder, ni siquiera podía pronunciar la palabra.
- Suicidio - Ni-ki asintió, rompiendo en llanto allí mismo.
- Entonces... ¿Cómo se explica tu presencia en la zona del accidente? - Cuestionó luego de volver a recuperar su voz, ahora con sus mejillas inundadas.
Ya había olvidado por completo las hojas del discurso, ahora todo iba tomando su propio rumbo.
- Esa mañana él me marcó, pero yo no pude responderle, en la madrugada me había peleado con mi madre y salí de la casa tan rápido que olvidé mi celular. - Sus manos comenzaron a temblar, era la primera vez que contaba aquello.
Incluso Sunoo callaba sus sollozos entre la manga de su suéter, que sostenía tembloroso contra su boca. Ni él sabía esa parte de la historia.
- Regresé cerca de las cinco de la tarde, sabía que a esa hora nadie estaría en la casa, incluso las sirvientas estarían en su hora de almuerzo y no estarían por la casa, así que aproveché para entrar a mi habitación, por mi celular.... Y cuando lo desbloqueé vi más de diez llamadas de mi hermano y más de veinte mensajes de él, y muchas más llamadas y mensajes de sus compañeros de grupo, todos ellos preguntándome por mi hermano y luciendo desesperados. - Con todo el dolor del mundo llevó sus manos a su rostro para limpiar con dolor sus lágrimas que quemaban su rostro. - Mi hermano... Hyunjin... Él en sus mensajes me pedía con desespero que lo ayudara, que la depresión lo estaba consumiendo, que ya no podía... M-más. - bajó sus manos solo para rascar ansiosamente su palma con sus pequeñas uñas que apenas habían logrado crecer.
