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"Hospital"

Un pequeño sonido agudo comenzaba a llegar a sus oídos, se trataba de un tono bajo y corto pero muy repetitivo, podía jurar que sonaba uno cada dos segundos, o incluso menos

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Un pequeño sonido agudo comenzaba a llegar a sus oídos, se trataba de un tono bajo y corto pero muy repetitivo, podía jurar que sonaba uno cada dos segundos, o incluso menos.

Poco a poco comenzó a percibir más intenso aquel sonido, hasta convertirlo en algo demasiado molesto que lo llevó a despertar de aquel sueño que suponía que había tomado.

Arrugó su nariz en cuanto lo inundó un fuerte olor a alcohol etílico y otros aromas relacionados, picaban su nariz al punto de querer estornudar.

Abrió de nueva cuenta sus ojos, intentó ser rápido pero una brillante luz blanca lo cegó y lo obligó a cerrar nuevamente los ojos para luego volver a intentar abrirlos pero ahora con más lentitud, logrando adaptarse poco a poco a la luz, y con ello, a los sonidos externos y distintos al chillido de la máquina.

- Riki, Riki ¿Me escuchas? Riki...

Dicha suave voz, y de tono preocupado, captó su atención y le llevó a dirigir su cansada mirada hacia dicho ser, encontrando al de lunares cerca de su rostro, casi podía sentir las puntas de su cabello picar en su frente.

Se sobresaltó por la cercanía y se cubrió el rostro en acto de protección, sin un porqué definido.

- Riki, ¿Estás bien? - Le volvió a decir, ahora regresando a su asiento pero siguiendo atento a él.

- Estoy despierto, así que supongo que si. - Le dijo ahora Riki con sus manos ahora sobre su frente, donde sentía un pulsante dolor que le causaban aquellas paredes de tono blanco que brillaban tan estúpidamente fuerte. - ¿Por qué me pasaron a una habitación?

Sus sentidos comenzaban a estabilizarse y su mente a razonar, captando que se encontraba en una habitación de hospital, con más maquinas conectadas a él y un nuevo suero con menos de la mitad de su capacidad.

- Bueno, porque eres un mugre rebelde y te pusiste de pie cuando claramente te dije que me esperaras acostadito y bien portado - Ahora Park se cruzó de brazos fingiendo una indignación, pero no duró mucho en aquel papel y volvió a la seriedad - Y pues obviamente volviste a desmayarte, se acercó una enfermera y te intentó estabilizar pero se dió cuenta de que tu pulso era muy bajo y te llevaron a revisar y pues ahora estás aquí.

Resumió de una manera tan rápida que Riki tardó en procesar todo, claramente no se iba a acordar de nada pero al menos quería saber cuándo fue la última vez que estuvo consciente de sí mismo.

Hasta que recordó aquella cabellera rosa.

Se sentó de golpe en la cama, haciéndole sentir un mareo y un pinchazo en su mano al enterrarse más la aguja del suero por su repentino movimiento.

Sonrisas Y Lágrimas | Sunki Donde viven las historias. Descúbrelo ahora