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El sol se colaba por las ventanas al cuarto de la chica más baja, quien aún está dormida. La noche anterior, María José le pidió a Daniela quedarse a dormir ya que era muy tarde como para que se fuera, Calle casi se desmaya de felicidad, que la chica tomará la iniciativa para aglo así le parecía muy valioso, sobre todo conociendo como es.

Ahora, Daniela se encontraba mirando el rostro pacifico de María José, la chica se veía de lo más cómoda y relajada, sus facciones totalmente en paz, sus labios estaban solo un poco separados y sin duda eso robo su atención. Se quedó unos minutos mirando a la chica, hasta que decidió que era ahora de levantarse, quito con cuidado las manos de María José de su cuerpo y cuando estaba a punto de levantarse, la chica despertó.

- ¿A donde vas? - le preguntó medio dormida

- Voy a bajo, ahora regreso.

- No te tardes ¿si? - dijo volviendo a poner su manos en la cintura de Daniela

- Lo voy a intentar - Poché en un movimiento rápido le dio un pequeño beso y la soltó, dio media vuelta  y siguió durmiendo

Calle se levantó un poco sonrojada, suspiro y camino a la puerta, luego fue escaleras a bajo, se suponía que solo iba por agua pero ahora tenía la tentación de hacerle el desayuno a su... ¿Novia?

Cuando entro ala cocina se encontró a Valentina con un vaso de agua en las manos, iba descalza y aún en pijama.

- Hola, Vale.

- Buenos días, Daniela ¿que tal su noche?

Calle se sonrojo, esos besos intenso los recordó, las caricias y las mordidas, no podía decirle eso.

- Bastante bien, ¿que tal la tuya?

- claro que su noche fue buena, las vi, llegamos muy noche y escuche sonidos chistoso y creí que esa tonta había metido a alguien, así que entre pero las vi y casi muero de amor, aunque me dio asquito.

Daniela se sonrojo mal, su cara le ardía, se tomó rápido el agua que se acababa de servir, valentina al verla se comenzó a reír.

- ¡Que no te de pena! Eso hacen las parejas, se manosean aveces.

La gran carcajada que soltó María José las hizo asustarse, ambas voltearon ala puerta solo para verla con una gran sonrisa que desprendía diversión.

- ¿Y a ti que te pico? Claro, una mano.

María José volvió a reírse pero esta vez con más fuerza, su cara incluso se puso roja y Daniela estaba roja pero de vergüenza.

- Hoy estas muy graciosa.

- Yo siempre, ahorita regreso, me voy a bañar.

Se quedaron en silencio en cuanto la chica salió, Poché se acerco a Daniela y comenzó hablar.

- ¿Tienes hambre? Creo que puedo cocinarte algo, dejame buscar que hacerte, siéntate, intentaré no tardar, linda.

Calle sonrió ante el pronombre aunque era un poco extraño escucharlo de María José.

- Yo espero lo que sea nesecario.

María José estuvo como 20 minutos cocinando mientras Daniela la observaba, no hablaban pero así era perfecto. Como 15 minutos después de que Poché comenzará al padre de esta bajo y la encontró cocinando, por supuesto que se sorprendió.

- Oh no, me lo perdí, no cocinas desde que tu madre... De verdad estoy orgulloso - El hombre la abrazo y la chica sonrió feliz.

-Estoy cocinando para mi Daniela, pa, perdón por no avisarte.

Mi Novia FalsaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora