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- Te ves muy guapa, de verdad - era la sexta vez que Maria José se lo decía y a pesar de estar conduciendo se tomaba unos segundos para observarla, Daniela solo sonrió

- Gracias, otra vez.

- Esque enserio te ves muy linda.

- Pero ya me lo dijiste muchas veces, poch.

- Es que las palabras no describen lo linda que te ves - el sonrojo qué se esparcio por su rostro fue intenso, tenía rojas las orejas y el cuello, Daniela soltó una carcajada al verla.

- Eres bien tierna siendo romántica, deberías serlo más seguido.

- No gracias, solo por ti me esfuerzo en serlo.

- Te sale natural, dejando de lado el sonrojo.

María José frunció el ceño ante eso, no quería ser molestada por aquello pero al final se relajo y se rio.

- Soy experta, no me coquetees porque te dejo preñada.

Ambas soltaron una carcajada y el auto se detuvo, por fin habían llegado a su destino.

- Entramos, mi papá ya debe tener todo listo.

Daniela asintió y ambas se bajaron, la chica más baja tomo su mano cuando llego a su lado, se sonrieron y caminaron ala entrada.

- Me da pena, la última vez que los vi nos cacharon besándonos.

- Ellos han besado hasta lo que no, no pueden decirnos nada.

María José abrió la puerta y la dejo pasar, Juan Carlos y Valentina estaban en la mesa y jugaban "Uno" los iba a saludar pero una mujer que baja deprisa las escaleras llamo su atención, al verla bien se dio cuenta que era Valeria, una amiga de la infancia.

- ¡Poché! - la chica salto a su brazos y ambas cayeron al suelo

- Val, ¿cuando llegaste? ¿Como? Es decir ¡Estas aquí! ¡¿Como putas paso?!

- María José, esa boca - regaño Juan Carlos

- Volví a tener contacto con Vale y me envió su dirección, ¿mucha coincidencia no crees?

Acerco su rostro al de Maria José pero ella sin notar otras intenciones se separó sonriente.

- Bastante, te presento a mi linda novia, Daniela, ella es Valeria, Val ella es Dani. Espero que se lleven bien.

Hasta ese momento la chica había tenido una mirada neutral, Valentina le había estado haciendo señas para que fuera a donde ella pero no quería moverse hasta saber quien era esa chica.

- Mucho Gusto, soy vale, debo decir que eres muy linda y suertuda, te llevaste el premio gordo al enamorarla.

- Lo se - dejo sus celos de lado un momento - ellas es muy tierna, se porta muy bien conmigo.

María José rodeo su cintura al escucharla y beso cuello, la chica que presenciaba todo sintió una presion en el pecho, su visión se nubló.

- Ya debo irme, fue un gusto conocerte, Daniela. Majo, espero que volvamos a vernos.

- Si, me avisas, que Vale te pase mi número.

La chica asintió y se fue.

- ¡Calle! - por fin la familia se acercó a ella - que bueno es verte por aquí.

- Gracias, es bueno volver a verlos - les sonrió - ¿como han estado?

Se dirigieron a la mesa contando un poco de sus vidas, la comida comenzó entre bromas y risas, las chicas les contaban los problemas que habían tenido y como lo habían solucionando, Juan Carlos se mostraba molesto al inicio pero cuando la historia tomó otro rumbo sonrió complacido, su pecho se lleno de orgullo al escuchar como había actuado María José.

- Se que sin chicas fuertes pero sigan teniendo cuidado con ese tal Samuel.

- El chico Sebastián no me agrada - Valentino se cruzó de brazos - se que es tu amigo pero es obvio que va detrás de tus huesitos.

- Pero me defiende y además es una buena persona, lo quiero mucho.

Las dos hermanas negaron con el ceño fruncido, María José se cruzó de brazo y tocó el interior de su mejilla con su lengua, en señal de enojo.

- Par de celosas - JuanCa había presenciado todo y se reía - si Daniela le tiene aprecio es mejor dejarla, no la pueden obligar a nada.

- Por eso me enojo, no puedo hacer nada contra su voluntad.

- No quiero ser grosera pero creo que ya debería irme, ya es muy tarde.

- Puedes quedarte a dormir, no hay problema.

Daniela sonrió y asintió - si tanto insiste...

Los cuatro soltaron una risa.

- Pues yo me retiro, ya sabes, la edad me hace tener mucho sueño. Descansen, nos vemos mañana.

Se despidió de las tres con un beso en la mejilla, Daniela sentía cálido en su pecho cada que el Señor tenía un acercamiento, lo venía como una figura paterna.

- Deberíamos subir también, ya es tarde y no se en que momento dieron las 12

Daniela se sorprendió por la hora, no creía que fuera tan tarde.

- Creo que si debemos dormir - miro a María José

- Si, ya estoy cansada.

Se despidieron en las escaleras y cada quien fue a su cuarto.

- No creo que te quede mi ropa, eres más alta - Maria José rebuscada en su ropa algo para prestarle - ¿un short?

- Si, ese.

Se cambiaron y enseguida de acostaron, Daniela apago la luz y se acurrucó en el pecho de Maria José, esta la abrazo pero de apoco se fue subiendo arriba suyo.

- ¿Qué haces?

- Esta noche serás mía, ¿Si?

Disculpenme de nuevo, tarde demaciado otra vez.

Pregunta seria, ¿si quieren que ya hagan el frutifantastico? ¿O deberían esperar más? Are lo que ustedes me digan pero comenten.

Se les quiere, besos.

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⏰ Última actualización: Jun 01 ⏰

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