❥︎ 𝐂𝐚𝐩. 44 𝑈𝑛𝑎 𝑓𝑢𝑔𝑎𝑧 𝑒𝑡𝑒𝑟𝑛𝑖𝑑𝑎𝑑

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¿Un hombre de lujos?

Nah, que va.

Era… Extrovertido y por ende… un poco caro a la hora de combinar su ropa. Realmente no tendría que haberse puesto aquello pues lo lamentaría después.

¿Y quién dijo que Horacio no había conservado cosas que le había regalado Volkov? Claro… Cosas que eran sentimentales se las quedo el mismo pero… Para Horacio lo mejor. No le importaba gastarse toda su plata en él, es más ¡Le encantaba hacerlo!. Todo por verlo feliz aunque Horacio no era de  pedírselo sino simplemente sonreír y pagarle… Después…

Salió con un bonito Rolex en la mano. Uno que Volkov había mandado hacer… Casi para su 3er aniversario. Los recuerdos le regresaron pero quería que ese día fuera recordado en sus ojos diamante.

— ¿No se va a subir? —

— Na que va… — fue viendo disimuladamente en el torso del ruso que venía caminando hacia ellos.

— Sé que… —se fijo en lo que su amigo miraba sin control— Está siendo un poco difícil… Por eso quería que se distraerá un poco… No sé... —se refería a Volkov— Ya sabe… No solo alcohol sino diversión sin más... —

Suspiro viéndolo de reojo y antes de que llegara el peliblanco se decidió.

— Está bien. Pero vas tú primero —asintió emocionado caminando hacia las lanchas.

A veces los amigos hacían muchas cosas por ti. Como regalarte lujosos carros o quizás guardarte el secreto de que seguías enamorado de tu ex y querían con tantas ganas terminar con él…

Si…

Blake iba primero.

— ¿Te ayudo? —le brindo su mano y un lindo mirar en forma de coqueteo recibió como afirmación tomando su mano. Horacio subió a la lancha con ayuda de Volkov. Detrás de ellos Brown y Blake. Por último Jared y Dexter que solo iban de colados puesto a que no iban a hacer nada más que aspirar.

— Veremos cuánto aguanta la cuerda… Primero el más pequeño —voltearon a ver a Blake algo desanimados.

— ¿Yo? Nooo sí yo mido más que ustedes. — hablo estado a lado de Volkov.

— Anda cagao'. O te tiramos de la lancha. —entonces bajo de esta con la asistente del capitán.

— Joder… Sigue usted Horacio —reclamó.

— Si, si…— dijo burlón sentándose cómodamente con un champán en la mano.

Blake fue amarrado a la cuerda la cuál lo aseguraba de la caída y detrás de él, el paracaidas que hacía más extremo aquello.

El motor empezó a arrancar y con forme iba alejándose, la cuerda llegaba a su fin. En un abrir y cerrar de ojos Blake apenas y podía elevarse en el aire hasta que llegó al viento más fuerte que lo subió rápidamente.

Y gritaba. GRITABA COMO UN DESGRACIADO.

— ¡CALLA COÑO QUE HASTA ACÁ SE ESCUCHAN TUS GRITOS BLAKE! —se quejaron los terrestres debajo.

Tenía miedo pues el agua estaba a mucho metros de altura. Y tanto era si, que Horacio como buen amigo que era, empezó a mover la cuerda amarrada a la lancha.

— ¡NO CABRON! ME VOY A CAER! —reían juntos.

¿Lo peor?

Es que era su turno después de él.

Entre tantas tiradas de la cuerda, Volkov se percató del reloj en su mano. Borrando esa sonrisa entre todas sus risas para concentrarse en este. ¿A caso era?...

Cartas con olor amor ♡︎𝑽𝒐𝒍𝒌𝒂𝒄𝒊𝒐 ♡︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora