❥︎ 𝐂𝐚𝐩. 32 𝐸𝑙 𝑑𝑜𝑙𝑜𝑟 𝑑𝑒 𝑠𝑢𝑠 𝑟𝑒𝑐𝑢𝑒𝑟𝑑𝑜𝑠

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No entendía nada… ¿Qué se supone que era toda esta mierda? ¿Por qué nadie le había advertido…?

Sentía tanta impotencia, pero es que en realidad ¿Qué se supone que debía hacer? ¿Cómo demonios le iba a decir a su corazón que tuvo una falsa esperanza durante años? La vida muchas veces ya le había golpeado hasta más no poder pero, esta vez se había pasado, el dolor era tal que lo podría confundir con un disparo de bala, uno que no sabe de donde vino y ni siquiera se lo esperó, un tiro al aire qué fue impactado directo a su corazón…

¿Todas sus promesas habían sido mentiras?

¿Dónde quedaba el siempre juntos? ¿Dónde estaban los "te amo"? ¿¡En qué lugar se había perdido los sentimientos de V hacia él!? ¡Necesitaba que alguien se lo explicara! ¿¡Menos de 5 años le habían durado sus promesas!? ¿¡Acaso él no fue tan importante!?

Que alguien le explicara a su corazón roto porque Volkov ya no lo amaba…

— ¿Debí haberme quedado perdido? —sus labios se sentían deshidratados y sus mejillas ardían por tantas veces que se habían frotado secándose sus lágrimas.

Se sentía demasiado miserable…

— Esto quiere decir ¿Qué si hubiera seguido una relación con él después de 5 años se hubiera aburrido de mí..? —susurró totalmente devastado en sus sábanas.

No sabía ni cómo sentirse, V había sido el amor de su vida durante casi 8 años, él había sido el motivo por el cual durante estos cinco años no se había caído rendido, a pesar de todo Viktor seguía siendo su motor para continuar en esta vida de mierda. No sabía ni como sentirse pero odiaba este sentimiento que lo carcomía por adentro.

— ¿Vik ya no me ama? —levantó su mano intentando agarrar una figura invisible de aquel ruso, una que se iba alejando más y más cada vez más lejos, pero él siempre pensó que Volkov iba a estar para él sí en algún momento volvía, que le iba recibir con los brazos abiertos y con un beso.

Oh… un beso…

Día y noche había soñado con probar esos deliciosos y casi delicados labios que el soviético tenía, esos que alguna vez le juraron amor eterno, esos que alguna vez habían probado todo de su ser, esos que... durante todo este tiempo intento recordar su textura y color.

¿Qué tan desgraciado tenía que ser para que la vida le pagará así?

Oh dios, universo, ¡algún ser todopoderoso que juegue con este maldito destino! ¿¡Qué tanto daño él había hecho para sufrir esto!? ¿¡Por qué nunca podía ser feliz!?

De nuevo sintió lágrimas cayendo una y otra vez, sentía tanta rabia y tristeza combinada, odiaba al destino que alguna vez lo unió jurando que son almas gemelas diciendoles que se amen como dos locos, que jamás se iban a dejar… que jamás se iban a enamorar de otra persona.

¿¡Qué demonios significaba esto!?

Simplemente… ¿por qué? Solo necesitaba esa respuesta… pero nadie se la daría.

Sus cortinas tapaban cualquier tipo de rayo de luz que se quisiera colar por su ventana, estaba recostado en su cama con la cara tapada por sus cobijas, no se sentía de ningún ánimo ni para levantarse, se sentía miserable…

La pantalla de su celular se alumbró avisándole que alguien le estaba llamando, vibró una, dos, tres veces pero no quería hablar con nadie en este momento… su voz sonaría hecha pedazos y tal vez se le escape algún suspiro lastimoso que venía de lo más adentro de su ser, el brillo se rindió apagando la pantalla en símbolo de que habían colgado, pero nuevamente en unos instantes volvió a alumbrarse.

Cartas con olor amor ♡︎𝑽𝒐𝒍𝒌𝒂𝒄𝒊𝒐 ♡︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora