❥︎ 𝐂𝐚𝐩. 23 𝑂𝑙𝑣𝑖𝑑𝑜

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- Horacio -esa era la voz de...-Horacio, ¿Por qué me abandonaste en esa putrefacta caravana?-¿Gustabo? -¡Pensé que siempre íbamos estar juntos!

"No, espera dejame explicarte, ¿donde estas? Por lo menos déjame perdirte perd-"

- ¡Horacio! -una voz gruesa sonó por algún lado, como si fuera un eco- ¡Agarra la arma como se debe! -todo era oscuridad pero por algún motivo veía sus manos, aquellas temblaban, su respiración irregular mientras veía la misma, sus ojos llenos de lágrimas cayendo sin querer parar por miedo- ¿¡Tan difícil es!? -

"Papá... No quiero disparar, de-dejame volver con Ana y mamá, no quie-"

- Horacio, querido, ¿no ves que hago todo esto por tu bien? -la voz chillona de una mujer retumbó de nuevo en aquella oscuridad- a pesar de mataste a mi marido, y dejaste sin padre a una persona, ¿No te sientes culpable? -

"Yo intenté evitarlo, Maia, perd-"

- ¿De que sirve un perdón? -aquella voz con acento ruso hablo a sus espaldas- ¿Acaso me devolveras mis años en coma? -queria regresar a verlo pero no podía, su corazón parecía que en cualquier momento iba a explotar al latir tan fuerte- Dime, Horacio, ¿Cómo piensas arreglarlo? ¿Acaso pensaste que por más que lo evitarás no volvería a ti? Eres un egoista. No quiero estar a tu lado. -

"Vik... Viktor ¡Espera! No te vayas, tú no... Cariño, por favor me dejes"

Su mano se estiraba hacia un Volkov que caminaba a la nada en una profunda oscuridad, cada vez más y más lejos, sin regresarlo a ver, sus súplicas de que lo dejara hablar parecían ser ignoradas, o tal vez ni siquiera las escuchaba.

Lo que pareció un shock de electricidad cayó directo a su cuello tumbandolo de rodillas al sus piernas convertirse en un par de fideos temblorosos, sus lágrimas bajan cayendo a la nada, de pronto luz, tan brillante y cegadora hizo que cerrara sus ojos con fuerza tratando de no quedar ciego.

Los abrió de nuevo.

A su alrededor había yerba, y tierra, estaba recostado en el piso de lo que parecía una montaña, parpadeo un par de veces más mirando el cielo sin saber que estaba pasando, y a pesar de su desconocimiento sentía miedo, su cuerpo aún temblaba ligeramente, aún que no podía decir sí era por el frío de su cuerpo mojada o por miedo, quizás era los dos. Sus pupilas dilatas, y su visión perdida en la nada tratando de acordarse como llegó ahí, de hecho ¿Que había hecho la noche anterior? O ¿El día de ayer?

Se sentó para observar mejor su localización, mirando como parecía no tener fin el horizonte. Palmeó sus bolsillos en búsqueda de su celular, así llamaría a Gustabo para que lo viniera a recoger, quizás sería regañado por no acordarse de nada, la fiesta debió de ser loca para acabar en este estado lo extraño es que no sentía síntomas de resaca.

Vaya, borracho pero responsable, no había perdido su celular.

Desbloqueo su pantalla mirando que tenía de fondo a él y aquel comisario, sus mejillas se tiñeron de rojo a más no poder, ¿Como había conseguido una de ellos juntos? Y tan cerca... Parecían abrazados mientras sonreían eufóricamente, sí lo veía muy de cerca parecía que ambos tenían un sonrojo en sus mejillas. ¿Quizás Volkof también fue a la fiesta?

Entro a contactos buscando el nombre de su hermano, sin éxito, tenía pocos contactos y la mayoría no conocía, cada vez se volvía más extraña la situación, y por extraña me refiero a que un helicóptero que estaba sobrevolando la zona se detuvo justo encima suya, una escalera de cuerda bajo tan rápida como agentes de ella.

Esperen, ¡Esperen! ¿Por qué cojones el FBI estaba bajando de un helicóptero yendo a él?

Se quedó sentado, inmóvil ante esto, los agentes lo rodearon, como si lo estuvieran cubriendo ¿De que? Tampoco lo sabe él.

Cartas con olor amor ♡︎𝑽𝒐𝒍𝒌𝒂𝒄𝒊𝒐 ♡︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora