❥︎ 𝐂𝐚𝐩. 36 𝐹𝑖𝑒𝑠𝑡𝑎 𝑒𝑛 𝑒𝑙 𝑦𝑎𝑡𝑒

122 85 19
                                    

¿Outfit? Listo.

¿Plan de cita? Listo.

¿Auto limpio para ir a recogerlo y que este bien a gusto? Listo.

¿Dinero? Listo.

¿Estaba preparado para decírselo? No tan listo como quisiera.

Hoy, hoy sería el día donde le pediría a H que formalicen está extraña "dinámica" que tienen, esa de tiro y atrapó, donde ambos se lanzaban la caña y ambos la agarraban, pero ninguno lo decia tan directamente como para suponer que ya están en una relación formal donde los dos quieren, aún que en eso habia un problema, un pequeño problema.

¿Horacio en realidad gustaba de él?.

Era obvio de suponer por las actitudes que habían tenido los dos con el otro, aunque tal vez esté fumado un porro tremendo y el trato de Horacio solamente fue amistad pura combinado con su actitud natural de coqueteo. Claro también tapando el datillo de que no hace mucho lo había visto llorar por otro hombre, que por cierto era un tremendo idiota seguía sin entender como fue que alguien tan amable y dulce como lo era Horacio había llorado por alguien tan subnormal, poco ético, intenso como lo era ese tal Volkov.

Sonará ridículo, pero algún momento llegó a pensar que le había hecho algún tipo de brujería para que Horacio estuviera tan enamorado, y digo "estuviera" porque es tiempo pasado ahora él estaba aquí para quererlo y protegerlo. ¿Cierto? Bueno dejémoslo a que la suerte que le esta dando el destino por el momento siga su rumbo.

Estaba acabando de arreglarse para ir a ver al moreno, su outfit consistía en una camisa enteriza con cuello de tortuga color negro pegado al cuerpo, su pantalón jean era plomo para resaltar un poco, su calzado era unos botines, adornó un poco su outfit con una cadena y un reloj, se arregló el cabello, se puso perfume, sabía lo bien que vestía Horacio así que intentaba impresionarlo con su ropa, cuál flor a una abeja.

— ¿Hola? —

«¡Matvey!» saludo contento al otro lado de la línea.

— Llego por ti en 15 minutos, lindo —sonó cómo tomó las llaves junto al sonido de sus zapatos desplazándose.

«¿¡En 15!?» pareció paniqueado.

— Si, sé que son 5 minutos más tarde de lo que quedamos pero, estaba puliendo los detalles de nuestra... —dudo en decir "cita" alargando su última palabra— salida... —

«No te preocupes, yo te espero» parecía que estaba corriendo de un lado al otro «no vaya a ser que te accidentes, conduce despacio ¿yo? Sin problema, estoy aquí, no me voy a ir a ningún lado.»

— Que dulce eres... —se le escapó una sonrisa boba— llego pronto, voy a conducir así que te cuelgo. —

«Bien, si, si, si, tu ven deeespaciooo» ¿¡Dónde demonios había dejado su secadora!? «¡Adiós!» colgó la llamada apenas pudo.

No es que recién haya salido de la ducha hace menos de 10 minutos y se la pasó en el celular sentado en la cama con las toallas encima perdiendo el tiempo, noo... ¿Cómo siquiera se te ocurre pensar eso...?

Pero por suerte ya había elegido la ropa que se iba a poner antes de bañarse, y bueno también perdió el tiempo una media hora en la tina jugando con la espuma, ahora estaba pagando las consecuencias de su falta de concentración, ya que tampoco era plan de ir a esa salida ¿O tal vez era una cita? Bueno ese no es el tema ahora, sino que debía estar presentable para dar una buena imagen y algo de respeto por todo lo que había planeado el ruso. Sabía por boca de una enfermera que había pedido un permiso en su trabajo para venir con él y hasta había reservado un restaurante para ellos.

Cartas con olor amor ♡︎𝑽𝒐𝒍𝒌𝒂𝒄𝒊𝒐 ♡︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora