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¡Oh!

Las mejillas de la Omega estallaron en un bonito tono rosa luciendo tan lindas como unas bonitas fresas maduras mientras su aroma se volvía más dulce inundando fuertemente la nariz de la alfa quien disfruto de esté, sintiéndolo impregnarse en cada poro de su cuerpo. Pudiendo distinguir por primera vez el apice de casi todos los aromas que le pertenecían a Camila.

Algodón de azúcar.

Galleta.

Chocolate.

Fresas.

Miel.

Jazmin.

¡Joder! ¿Por que todo lo de esta Omega tenía que ser tan perfecto?

- Lauren  - susurro Camila  tímidamente apretando a su cachorra contra su pecho que se removía inquieta - no diga esas cosas.

- ¿Te incómoda? Si es así, lo siento. Prometo no volverlo a hacer

- no, no, no es eso -  se adelantó a responder la Omega negando rápidamente con su cabeza - pero, mmm...cuando me mirá y me habla así hace que los latidos de mi corazón sean muy rápidos y yo....yo, no se, solo....aaaa - bufo frustrada dejando que un bonito puchero se apoderara de sus labios haciendo a la alfa sonreír ante esa bonita escena.

- Hey está bien, te entiendo - murmuró Lauren  aún sin dejar de sonreír

- ¿En serio?

- si, porque me pasa lo mismo contigo - susurró humedeciendo sus labios con la punta de su lengua sintiendo sus nervios a flor de piel - ahora que te parece si vamos a la cafetería ¿Mmm? - la Omega asintió feliz empezamos a caminar junto a la alfa hasta estar fuera del refugio permitiendo que los rayos de sol besaran su piel y la brisa removiera su flequillo antes de sentir la palma de la mano de Lauren sobre su espalda en un silencioso gesto que la invitaba a seguir caminado - aquí - musitó Lauren abriendo la puerta trasera de la camioneta negra permitiendo que Camila viera su interior

- ¿Es un asiento para bebés?

- bueno, hace un par de días compré uno para Macarena, creo que sería más cómodo y seguro para ella viajar allí - respondió Lauren  balanceándose sobre sus pies - es rosa y yo misma le coloque las pegatinas de Hello Kitty ¿Te gusta? Si no es así podemos cambiarlo por otro y...

- Lauren ¿Por que lo hizo?

- por Macarena

- pero no entiendo

- no hay nada que entender Camz  - dijo Lauren - solo lo hice porque yo las quiero mucho a ambas, es decir. Quiero a la cachorra y - la Omega soltó una pequeña risa mientras escuchaba balbucear a la alfa - ¿Te estás burlando de mi? - inquirió picandole la costilla a la Omega que se removió un poco en tanto su risa resonaba más fuerte calentando así el corazón de la alfa.

¡Diosa luna!, Que era aquello maravilloso que había hecho en su corta vida para merecer presenciar el hermoso espectáculo que era ver a la Omega así de contenta y tranquila.

Realmente no lo sabía, pero como amaba ser merecedora de aquello.

- Lauren, ya por favor - exclamó en suplica la Omega con su estómago doliendo - no me burló, no me burló, se lo juro.

Solo bastó aquellas palabras para que la alfa se detuviera y dejará que la omega respirara mirándola preciosamente mientras batía sus pequeñas.

Bonita.

Camila era tan bonita.

- está bien, fingire que te creó - Lauren suspiró contenta - ahora, coloquemos a la cachorra en la silla - la Omega asintió tomándose el tiempo suficiente para asegurar bien a su cachorra y colocarle el chupete antes de dejar un casto beso sobre su frente - ¿Quieres ir con ella o prefieres estar en el asiento de copiloto?

- quiero ir junto a mi bebé ¿Le molesta?

- claro que no, creo que igual me sentiría más tranquila si vas junto a Macarena  - Lauren sonrió viendo a Camila  subirse sobre el otro asiento, abrocharse el cinturón de seguridad y sostener la pequeña mano de su cachorra.
Cuando ya se aseguró que tanto la Omega y la cachorra estaban cómodas se subió al auto colocándolo en marcha, tomándose el atrevimiento de encender la radio y dejar que los primeros acordes de Only de LeeHi resonara por todo el lugar siendo casi imposible que no la cantara a todo pulmón mientras golpeaba delicadamente sus dedos contra el volante.

My, oh my, oh my, oh 내 사랑Be my only love cantó la alfa ignorando como aquella letra se adentro en el del corazón de la Omega haciendo que todo su cuerpo se sintiera cálido, teniendo le necesidad de cerrar sus ojos y disfrutar de la melodiosa voz de Lauren, haciendo que el viaje se sintiera relativamente corto.

Así que cuando Lauren estacionó el auto y la ayudo a bajar junto a su cachorra, ambas se adentraron al pequeño local, permitiendo que Camila se tomará el tiempo suficiente para admirar cada cosa del sitio sonriendo satisfecha al ver su ojitos llenos de brillos mientras le señalaba a Macarena  la gran variedad de objetos con formas y figuras de fresas que habían.

- Lauren, está hermoso. ¿Crees que podamos venir aquí con Lucy, Verónica y Dinah?

- si eso lo quieres, entonces si.

- si, si, a Dinah le gustará

- estoy segura de ello - murmuró Lauren - ¿Nos sentamos o quieres que te tome una foto?

- Y yo.....

- ¡Lau! - exclamó una castaña levantándose de una de las mesas del fondo, contoneando sus caderas mientras se acercaba hasta la alfa ignorando la presencia de Camila. Envolviendo así a la pelinegra en un abrazo - tanto tiempo sin verte - sintiéndose algo incómoda por la cercanía, la alfa se alejó de los brazos de aquella castaña con una tensa sonrisa en sus labios detestando un poco sentir su aroma sobre ella

- Selena

- ¿Que haces aquí? Pensé que eres más de estar en casa o en ese refugio y...

- Selena  - interrumpió Lauren  percibiendo el pequeño cambio de aroma en el olor de su acompañante - quiero presentarle a alguien, ella es Camila y su cachorra Macarena -  la castaña alejó sus ojos de la bonita alfa, posandolos despreocupadamente sobre la Omega y su cachorra

- un gusto Selena - haciendo una corta reverencia con su cabeza murmuró la menor con la incomodidad recorriendo su cuerpo

- igualmente, supongo - se limitó a decir Selena  volviendo a fijar su atención hacía Lauren - no has respondió mi pregunta ¿Que haces aquí?

- bueno, quise traer a Camz para que conociera el lugar - dijo Lauren retrocediendo algunos pasos quedando detrás de la menor tomándose un par de segundos antes de apoyar sus manos sobre los hombros de la Omega - como ella le gustan las fresas, pensé que sería de su agrado y veo que no me equivoque

- Mmm... Ya veo ¿Gustas sentarte con nosotras? Estoy con Halsey y otras compañeras más del hospital

- gracias Selena, pero mi día libre quiero pasarla con Camz y su cachorra. En otra ocasión será - y sin darle tiempo de decir algo más, la alfa guío a la menor hacía una mesa que estaba cerca del ventanal, sosteniendo a Macarena en sus manos para que Camila pudiera sentarse mientras le sonreía tan bonito solo como ella sabía hacerlo.

cicatrices Donde viven las historias. Descúbrelo ahora