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Camila miraba atentamente a la alfa degustar una de sus galletas con sus ojos cerrados mientras soltaba soniditos de contentamiento, formando un puchero en sus labios cada que le daba un nuevo bocado a la galleta y bufaba encantada cuando el sabor del chocolate inundaba su paladar siéndole imposible no sonreír, en tanto abría  perezosamente sus ojos topandose así con la imagen de la Omega quien tenía sus grandes ojos sobre ella pintados con un leve tono gris en sus iris

¡Oh! ¿Acaso Camila estaba mostrándole su lobo?

- Lauren ¿Le gustaron? - inquirió nerviosa la omega apretando el plato que sostenía entre sus manos hasta que sus dedos se volvieron blancos y su respiración se atascó en medio de su pecho sintiendo prontamente la inseguridad apoderarse de cada poro de su cuerpo pensando que quizás lo que hizo no había sido del agrado de la alfa....

- son las mejores galletas que he comido en toda mi vida - confesó sonriendo grandemente dejando a la vista sus bonitas encías.

Y es que al parecer a la Omega se le había olvidado que era Lauren, Lauren Jauregui la misma alfa encantadora, atenta, y sensible que le hacía pucheros cuando no tenía su atención.

- incluso, me atrevo a decir que son mejores que las que hace mamá.

Camila sonrió

- deberías de pasarme la receta - murmuró la alfa liberando una de sus manos del agarre que tenía sobre Macarena mientras miraba a través de sus pestañas a la Omega, tomando así un poco de valor para apartar sutilmente con la yema de sus dedos el flequillo de Camila que caía desordenadamente sobre su frente evitando tocar más allá de su cabello, viendo cómo está se tensaba ante la ligereza de su tacto - lo siento

- está bien - respondió Camila alejándose algunos pasos de la alfa tomándose algunos segundos para tranquilizarse antes de dejar el plato sobre una pequeña mesa de té que estaba a su lado, humedeciendo con la punta de la lengua sus labios en una hábito que se le había vuelto natural en ella cada que estaba nerviosa

- no debí, yo solo.... - balbuceó  la alfa arullando a Macarena en sus brazos sintiendo la vergüenza apoderarse de su cuerpo - lo siento si te incomode, créeme que eso nunca será mi intención

- lo sé, está bien, si es usted está bien - murmuró con un tono de voz suave tomando entre sus dedos la pequeña mano de la cachorra  mientras suspiraba sonoramente y miraba a la alfa a los ojos - usted es la única alfa en la que confío, yo sé que jamás haría algo malo para lastimarme, por eso permito que esté cerca de mí bebé y de mi, creo que no tiene una idea de lo mucho que me ha ayudado todo este tiempo y....y aunque algunas personas piensen que mi progreso no ha sido el mejor, le puedo asegurar que he avanzado mucho, incluso mi lazo - suspiró  apoyando su mano libre sobre la mordida que se aferraba a esconder detrás de un pañuelo alrededor de su cuello porque detestaba de gran manera ver aquello que alguna vez la unió con ese terrible alfa que le había hecho tanto daño - termino de romperse hace un par de días y ya no duele, ya no siento absolutamente nada Lauren, después de tanto tiempo por fin soy libre. Y todo gracias a usted

- no me des tus méritos - murmuró Lauren sonriendo - todo lo que has logrado es gracias a ti, a tu esfuerzo y sobre todo a tu valentía - la Omega sentía una calidez abrazarse a su pecho materializandose en sus pómulos sonrojados y en el destello gris de sus ojos

- ¿Siempre es así?

- ¿Así como? - inquirió la alfa confundida al ver a la Omega tan cohibida, abriendo sus ojos en asombró cuando sintió la mano de Camila apoyarse en la suya teniendo por primera vez un tacto más directo y un poco más íntimo

- tan inusual

- ¿Inusual? - preguntó Lauren girando lentamente su mano hasta que sus palmas estuvieran juntas y sus dedos entrelazados reteniendo entre sus labios su respiración mientras analizaba detalladamente la expresión de Camila. Soltando un ligero suspiró cuando no vió ningún indicio de incomodidad

- si, inusual - confirmo sintiendo el grueso aroma a bosque de la alfa como una caricia en su corazón en tanto dejaba de mirarla a los ojos para fijar sus ojos en la unión de sus manos - y me gusta, me gusta que sea así, que siempre sepa que hacer y que decir para hacerme sentir bien

- camz a mi también me gu..

- Lauren, llegó su mamá y está preguntando por usted - exclamó Dinah llegando al lado de las mayores haciendo que Camila se alejará automáticamente de la alfa quien gruñó bajito al perder el contacto con la Omega - rápido, rápido que trajo muchos regalos.

- dile que me dé cinco minutos ¿Okey? - la cachorra asintió para después volver a entrar en la casa corriendo con su peluche entre sus manos.

- ¿Me acompañas? - preguntó Lauren formando una fina línea en sus labios mirando como Camila se encogía un poco en su lugar

- ¿Quiere que conozca a su mamá?

- si, de hecho estoy segura que la razón de su visita es por Macarena y por ti - suspiró - les he hablado tanto de ustedes que de verdad ansía en conocerlas y sobre todo a esta preciosa cachorra - murmuró besando la cabeza de la bebé que chillo en emoción escondiendo su carita en el cuello de la alfa - entonces ¿Que dices?

- y, yo, está bien.

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