Incluso los más grandes héroes tienen puntos débiles. Luego de los sucesos que fracturaron a los Vengadores, Steve y Tony se ven obligados a lidiar con las consecuencias sobre su propia relación. La cercanía de antaño se ve reemplazada por secretos...
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La batalla ardía descontrolada en las ruinas humeantes de la ciudad. Los Vengadores restantes apenas lograban contener la furibunda embestida de Thanos y sus despiadados hijos adoptivos.
Steve jadeaba con dificultad, escudo en alto en un vano intento de bloquear los implacables golpes del titán. Sentía los músculos ardiendo por el esfuerzo sobrehumano, el cansancio acumulado amenazando con doblegarlo. A su lado Thor tampoco lograba perforar la coraza dorada de su enemigo con los relámpagos de Stormbreaker.
-Ríndete de una vez, Capitán -se burló Thanos after tronar los nudillos-. Tu patético equipo de héroes ya está vencido. Mira a tu alrededor.
Steve echó un rápido vistazo sin bajar la guardia. Vislumbró con creciente desesperanza cómo Proxima Midnight y Corvus Glaive sometían a Falcon y Winter Soldier. Más allá Hulk yacía inconsciente bajo los escombros. Wanda luchaba desesperadamente por zafarse del agarre telequinético de Supergiant sobre su garganta.
Quedaban en pie únicamente Thor y él, exhaustos y maltrechos, pero aún obstinadamente aferrados a resistir. Si lograban quitarle el Guantelete una vez más...
Un repentino destello dorado llamó poderosamente su atención. Por el rabillo del ojo captó una familiar armadura carmesí que sobrevolaba a toda velocidad el campo de batalla, directo hacia ellos.
-¡Tony! -exclamó Steve, el alma devolviéndosele al cuerpo.
Ver aquella conocida silueta acorazada, combativa como siempre a pesar de cojear de una pierna, renovó las fuerzas del Capitán América. Sonrió con ferocidad renovada. Juntos aún tenían una esperanza.
-¡Cambio de guardia, Capi! -gritó Ironman al aproximarse, propulsores a toda potencia.
Steve respondió interponiendo su escudo justo a tiempo para bloquear un demoledor puñetazo de Thanos dirigido hacia él. El metal vibranium absorbió la peor parte del impacto. Thor aprovechó la distracción del titán y cargó contra él, golpeándolo con el filo desgarrador de Strombreaker.
Thanos rugió furioso y contraatacó lanzando una onda expansiva con la Gema del Poder. Los tres salieron despedidos, pero Ironman logró maniobrar en el aire y atrapar a Steve antes de que se estrellara. Lo depositó con cuidado tras una barricada de concreto para reagruparse.
-Gracias por... la mano -dijo Steve sin aliento, sonriendo hacia la impasible máscara de su esposo.
-Cuando quieras, Cap. ¿Listo para patear traseros de titán un rato más? Por los viejos tiempos.
Steve asintió con firmeza, cruzando mirada con esos ojos electrónicos que tantas veces lo habían apoyado en medio de la batalla. Ver a Tony recargándole las fuerzas como antaño, a punto de lanzarse juntos al fragor de la lucha, era todo lo que necesitaba para mantenerse en pie.
-Contigo hasta el final de la línea, Tony. Vamos a terminar esta pelea juntos.
Con renovadas fuerzas y determinación ardiente, ambos salieron de su escondite improvisado y cargaron de frente contra el titán, coordinando sus ataques a la perfección gracias a la conexión casi telepática que compartían. Tony volaba en círculos alrededor de Thanos, hostigándolo con ráfagas de sus repulsores y misiles teledirigidos, mientras Steve aprovechaba cada pequeña apertura en su defensa para golpear con su escudo las articulaciones desprotegidas de su armadura.