Incluso los más grandes héroes tienen puntos débiles. Luego de los sucesos que fracturaron a los Vengadores, Steve y Tony se ven obligados a lidiar con las consecuencias sobre su propia relación. La cercanía de antaño se ve reemplazada por secretos...
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La explosión sacudió el complejo entero, derribando a varios agentes en el proceso. Steve aprovechó la confusión para liberarse del agarre de Bucky y Sam y derribar a puñetazos a los guardias más cercanos, abriéndose paso hacia Ross.
Pero antes de alcanzarlo, una nueva serie de explosiones aún más poderosas volaron las puertas al final del pasillo, llenando todo de humo y escombros.
Steve se cubrió el rostro tosiendo, tratando de ver a través de la nube de polvo quién era el causante del caos. Por un momento temió que Ross hubiera hecho detonar el lugar con Tony aún dentro con tal de no dejarlo escapar. La sola idea lo aterrorizó.
Pero entonces divisó una figura familiar emergiendo entre el humo, el reactor ARC brillando inconfundible en su pecho.
-¡Tony! –gritó aliviado, corriendo a su encuentro.
- ¿Alguien pidió refuerzos explosivos? –bromeó Tony encarando a las tropas de Ross.
Steve sintió que el alma le regresaba al cuerpo. Había estado a punto de enloquecer creyendo que tenían a Tony cautivo, y ahora ahí estaba en toda su gloria dorada y roja.
- ¡Stark! ¿Cómo demonios te liberaste? –rugió Ross poniéndose rojo de ira.
- No me subestimes, Trueno Tonto. ¿En serio creíste que una cárcel de pacotilla iba a retenerme mucho tiempo? He escapado de peores en Afganistán.
Dicho eso descargó una ráfaga de disparos que hizo caer a la primera fila de soldados. El resto abrió fuego de inmediato y el caos estalló.
Steve y los demás contraatacaron, aprovechando la confusión para reducir el mayor número de enemigos posible. Tony sobrevolaba la refriega descargando los repulsores sin cesar, derribando agentes con precisa maestría.
Luego recordó a Tony y corrió a abrazarlo con fuerza, soltando sin querer un sollozo de puro alivio.
-Dios, estaba tan preocupado... ¿cómo lograste escapar, qué te hicieron esos malnacidos? Si se atrevieron a ponerte una mano encima voy a....
Pero Tony lo acalló presionando un dedo contra sus labios.
-Shhh tranquilo, Cap. Estoy perfectamente bien, no llegaron a hacerme nada. De hecho ni siquiera alcanzaron a encerrarme antes de volar esa puerta en mil pedazos. Tuvieron la mala suerte de subestimar lo obstinado que puedo ser. ¿En serio creyeron que me quedaría de brazos cruzados esperando que vinieras a rescatarme como doncella en apuros? ¡Ja! Se nota que no me conocen.
Steve no pudo evitar reír aliviado ante eso. Efectivamente, debió recordar que Tony no era ningún omega dócil y sumiso. Seguro les dio batalla desde el primer momento y aprovechó cualquier descuido para liberarse por sus propios medios. Amaba esa terquedad feroz suya.
Iba a besarlo cuando un quejido lastimero los interrumpió. Al voltear vieron a Ross tratando de escabullirse renqueante hacia la salida, claramente malherido por los escombros que lo alcanzaron.
