Incluso los más grandes héroes tienen puntos débiles. Luego de los sucesos que fracturaron a los Vengadores, Steve y Tony se ven obligados a lidiar con las consecuencias sobre su propia relación. La cercanía de antaño se ve reemplazada por secretos...
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Con el paso de las semanas, la pancita de Tony comenzó a crecer bajo sus camisetas vintage de Black Sabbath.
Tony se acurrucó en el sofá con Peter semi recostado sobre su pecho para ver una película. El niño no paraba de hablar sobre planes para cuando su hermanito llegara.
-...y le enseñaré a jugar con mis legos y mis peluches. Y cuando esté más grande le diré que no tenga miedo en las noches porque yo voy a cuidarlo de los monstruos, como hace papi. ¿Tú crees que al bebé le gusten mis dibujos, papi?
-Claro que sí, mi amor -le aseguró Tony con dulzura, acariciando su espalda en lentos movimientos circulares-. Ya verás que tu hermanito te querrá y admirará mucho por ser su hermano mayor.
Peter sonrió feliz ante la perspectiva, recostando la cabecita castaña sobre el pecho de Tony para seguir viendo la película y chupeteando distraídamente su dedo pulgar. Tony contempló su dulce perfil en silencio, con el corazón a punto de estallar de amor. Steve no se despegaba de su lado ni un minuto, satisfecho como el alfa protector que era de cuidar personalmente a su muy embarazado esposo omega y de complacer hasta el más mínimo de sus antojos (que eran abundantes y extraños debido a las hormonas revolucionadas).
Todo marchaba a la perfección, la Guardería Stark para el nuevo bebé Rogers-Stark estaba casi lista, incluso las improvisadas "sesiones de entrenamiento" de Peter junto a Steve para fortalecer sus músculos y así poder cargar a su hermanito estaban dando buenos resultados.
No imaginaba que ese breve instante de perfecta quietud familiar estaba a punto de hacerse añicos de forma irreparable ante la llegada de la peor amenaza concebible para la humanidad.
Thanos llegó a la Tierra un martes por la tarde, mientras Tony y Peter construían una torre con legos en la sala y Steve preparaba la cena en la cocina.
La explosión sacudió los cimientos de la Torre con fuerza sobrehumana, lanzando a Tony y Peter de costado contra el suelo. Por puro instinto protector, el genio rodó sobre sí mismo enredando su cuerpo en torno a su pequeño como un escudo humano, intentando amortiguar la caída.
-¡Tony! ¡Peter! -el grito angustiado de Steve resonó en la estancia segundos antes de que el Capitán irrumpiera en campo visual, arrodillándose junto a ellos con ojos desorbitados por la preocupación-. Oh gracias al cielo, están bien...
-Estamos bien...-jadeó Tony sin aliento, incorporándose con ayuda de su esposo sin dejar de aferrar a un muy asustado Peter contra su pecho, y una mano sobre su vientre-. Peter, cielo ¿Te lastimaste?
El niño negó con la cabeza, hipando en silencio aunque por lo demás parecía ileso, sólo muy impresionado. Tony exhaló aliviado antes de volverse hacia Steve con expresión grave.
-Hay que poner a Peter a salvo ahora y averiguar qué demonios está pasan...
No alcanzó a terminar la frase. Una nueva explosión, esta vez en la pared exterior de cristal blindado, abrió un enorme boquete en la Torre por donde una imponente y siniestra figura se abrió paso majestuosamente.
