Coffee&Mint (SanSang)

Agridulce.

Se escuchaba un constante pulso en aquella pantalla que igualmente mostraba un patrón de latidos de corazón, eran los latidos del bebé en el vientre de Yeosang, quien lloraba en completo silencio debido a la emoción.

Wooyoung fue el primero en tomar la mano del pelinegro y sonreírle también emocionado. - Yeossi, mira qué lindo es mi pompon.

- Lo sé, aunque... - Respondía Yeosang en un leve dejo de desilusión. - Me gustaría que San estuviera aquí, él no sabe que estoy embarazado. - Desvió la mirada de aquel grupo de amigos y suspiró con suavidad.

- Bien, por ahora es un pequeño muy sano a sus cinco meses, así que deberás seguir con el tratamiento hormonal y los suplementos prescritos, ¿de acuerdo? - Le indicó el médico Jongho Choi entregándole las impresiones a Seonghwa de las imágenes de la ecografía recién realizada. - Aún estarás en observación, en un par de días más te daré de alta si todo sigue como ahora. Debes descansar por lo pronto. - Le dijo al pelinegro y le entregó un par de servitoallas para que pudiera limpiarse, y al poco, salir de la habitación.

El rubio se acercó a su amigo embarazado y comenzó a limpiar su vientre abultado, además de acomodarle la ropa antes de cubrirlo con la manta de la cama. - Debes estar feliz, bebé... - Le dijo acariciando sus cabellos suavemente antes de continuar. - Nuestro pequeño pompon está creciendo muy bien y está sano, eso es lo importante ahora. -

Para ello, Yeosang se acomodó en la cama y aún sin mirarles asintió un par de veces. - Estoy feliz por mi bebé. - Soltó un suave suspiro. - Pero no es lo mismo sin San.

- ¡Ah, Yeosang! - Se quejó Wooyoung. - Ese estúpido ni siquiera ha dado señales de vida. - Bufó aferrándose al barandal de la cama en la que estaba el pelinegro. - ¿Acaso no tienes una idea de lo que podría pasar a estas alturas? - Exasperado, se giró pateando la silla que acabó chocando con el muro de aquella habitación, el sonido que hizo aquel golpe les hizo exaltar a todos, pero sólo se escuchó el suspiro del rubio.

- Wooyoung. - Seonghwa llamó la atención del menor y negó un par de veces a manera de reprimenda. - No es momento de hacer esos comentarios. - Pronto el mayor miraba a Yunho tratando de conseguir refuerzos. - Quizás deberían ir a cenar algo, es algo tarde igual. -

Yunho comprendió aquel apoyo que pedía el mayor, y asintió acercándose al pelirrojo para tomarle del brazo. - Vamos, Woo, necesitas comer. -

Tan pronto como se iban, Yeosang se acomodó en la cama de manera que se sentaba pero aún sin poder dirigirle la mirada al rubio que se había quedado en la habitación, quien se sentaba a su lado.

- Wooyoung tiene razón, Hwa... - Sentía la frustración volver a apoderarse de él, por el hecho de estar solo en una situación como aquella. - Ni siquiera Hongjoong ha tenido noticias de San o incluso Mingi. - Negó un par de veces y se cubrió con la sábana que su mejor amigo le había entregado aquel día al tiempo que llevaba su mano al vientre, su bebé, su más importante preocupación.

- No estarás solo, Sangie. - Le aseguró Seonghwa acariciando su espalda con cariño, en un intento por darle alivio, aunque sabía bien que ello quizás no sucedería. - Los chicos y yo te ayudaremos en lo que sea que necesites. - Continuó. - No estás solo, y este pequeño tendrá a los mejores tíos que cuidarán muy bien de él, tenlo por seguro. - Le dijo con una sonrisa, aunque quizás el pelinegro no podría verla.

- Quiero estar solo, Seonghwa... por favor. - Le pidió antes de ocultar el rostro en una pequeña almohada que tenía cerca y comenzaba a sollozar contra ésta. El más alto se levantó asintiendo ligeramente. - Estaré afuera si necesitas algo. - Le mencionó de último el rubio luego de dejarle un pequeño beso en la coronilla, y salió de la habitación con ese sentimiento de pesadumbre.