Anhelo.

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-Pero, ¿qué mierda? -solto el pelirrojo en un leve grito de sorpresa aunado a un poco de vergüenza- Deberías ponerte algo.

- Deberías aprender a llamar a la puerta Wooyoung. -abrazo a su amado por la cintura dándole algunos besos en el hombro.-

- Tengo la llave de la casa, al igual que todos los demás, San. -bufo llendo al sofá dejando entrar a los demás.-

- Vaya, has perdido la apuesta Seonghwa. -rio bajo mirando al rubio mientras saludaba a su amigo.-

- Tu y San, seguramente conspiraron contra mi. -Dio un leve empujón al peliazul y al castaño abrazando a su amigo.- Disculpa que no llamamos, pero ya sabes cómo es Woo.

- Bien, después de que San se vista -rio un poco el más bajito de todos mirando al pelinegro.- Eh traído unos regalitos para mí lindo sobrino. -chasqueo los dedos dejando entrar a su asistente que dejaba algunas bolsas y cajas en la sala.-

- ¡Oh! -sonrio apenado mirando la montaña de regalos frente a el.- Esto es demasiado Hong.

- Y lo mejor es que algunos los diseñe yo, exclusivamente para el cachorro. -acaricio el vientre contrario sonríendole.-

- Si tu plan es robar a mi esposo, eso nunca sucederá Hongjoong. -sentencio molesto el castaño terminando de colocarse la polera.-

- ¡Yah, Choi San! -dio un leve golpe en el pecho del mayor siendo apresado en un abrazo.- ¿Esposo? -mostro su mano- Yo no veo nada aquí.

El trio de amigos rieron al unísono por las palabras de Yeosang que hicieron sonrojar a San ya que tenía razón, había olvidado un pequeño detalle, aún no se habían comprometido sin embargo el pelinegro estaba feliz de haber escuchado aquella palabra "esposo" salir de los labios de su amado alfa.

Tomaron la mañana con calma mirando los lindos y extravagantes regalos del diseñador que había puesto todo su empeño y creatividad en las pequeñas prendas y accesorios. Al igual que los presentes que Wooyoung llevaba el cual era un mar de lágrimas pues aún seguía sensible de saber que sería tío, había comprado algunos peluches y juguetes con ayuda de Yunho, que serían de ayuda en los primeros meses del bebé.

Un par de horas mas tarde el peliplata había llegado junto a más bolsas que contenían el desayuno para todos los presentes, así mismo como los dulces y snacks favoritos de Yeosang agradeciéndole con un sin fin de abrazos y sonrisas tiernas que lo hacían reír a más no poder, ganando malas miradas de parte de San, pues le molestará que fuera tan cariñoso con sus amigos.

- Creo que San me odia. -susurro solo para ambos escuchando la tenue risilla del pelinegro que negaba.-

- Ya sabes cómo son los alfas de territoriales Yuyu. -tomo las bolsas llendo a la cocina colocando todo en la mesa.-

El grupo de amigos habían puesto manos a la obra para decorar y alistar la habitación del bebé pues al estar en su séptimo mes era un poco dificil para Yeosang el hacerlo solo, se sentía feliz al ver lo entusiasmados y contentos que se veían sus amigos junto a San al compartir aquel momento que deseaba ayudarles pero estos se habían negado obligándolo a solo encargarse de acomodar las pequeñas prendas y accesorios en el clóset para evitarle la fatiga.

Aquella tarde al terminar dicha labor habían salido a dar un pequeño paseo puesto que era uno de los ejercicios recomendado por el médico. Sosteniendo la mano libre de su alfa para mejor soporte disfrutaba de las locuras de Wooyoung que discutía con San, el observar a Hongjoong junto a Seonghwa que caminaban a la par frente a el charlando sobre quién le cuidaría el primer día que le hacía reír al verlos tan íntimos pero algo llamó su atención pues Yunho quién se encontraba un poco distraído a su lado lo hizo clavar su mirada en el, hacia días que se encontraba melancólico y algo distante al grupo.

Coffee&Mint (SanSang)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora