𝑯𝒐𝒎𝒆 | 𝒀𝒐𝒐𝒏𝒕𝒂𝒆 | .

Capítulo 15

"Al aprender enseñarás,
y al enseñar aprenderás,
encontrarás tu lugar junto a tus seres queridos. Ah, y todas las cosas que soñaste, las visiones que viste, bueno, el tiempo se acerca ahora. Es tuyo reclamarlo todo." ( Hijo de un hombre - Phil Collins).

A partir de ese día en el área de entrenamiento, la vida de Taehyung da otro giro que no hubiera esperado en absoluto. Comienza su entrenamiento sólo unos días después de eso, cuando él y Yoongi han elaborado un plan sobre cómo comenzar y también cómo incluir las horas de entrenamiento en el horario diario de Taehyung sin obligarlo a renunciar a su trabajo en el jardín de infantes.

No es fácil, pero al final, con la ayuda de Félix, deciden que Taehyung trabajará con los cachorros durante las mañanas y entrenará con Yoongi por la tarde, dejando que los demás aprendices tengan sus clases con Siyeon.

El plan es, en primer lugar, ayudar a Taehyung a ser más resistente y desarrollar algunos músculos, por lo que las primeras semanas se tratan de correr, levantar pesas y hacer abdominales, que reducen a Taehyung a una masa de músculos doloridos cada vez que regresa a casa después del entrenamiento.

Es difícil como lo imaginaba, y la mayoría de los días, Taehyung piensa que debería darse por vencido y dejar esa estúpida idea que probablemente no lo llevará a nada bueno. Pero cada vez que se siente inseguro y se siente tan cansado o desanimado porque su cuerpo no reacciona como él quiere, Yoongi está ahí para animarlo y recordarle por qué ha comenzado a transitar por ese camino.

En esos momentos, Taehyung se alegra de no estar solo en eso, porque si lo estuviera, ya se habría rendido; pero Yoongi siempre tiene las palabras correctas y sabias para él, y no apresura al omega de ninguna manera ni se cansa o irrita cuando Taehyung no es capaz de terminar la serie de levantamiento de pesas o le pide que deje de correr porque no puede continuar más, demasiado sin aliento.

De ser el miembro con quien Taehyung pasó menos tiempo, el omega se encuentra más con Yoongi, durante las mañanas en el lago, en el almuerzo y la cena, durante los entrenamientos; y lo bueno es que a él no le importa, le gusta cómo se desarrolla poco a poco su relación.

El entrenamiento es duro, pero poco a poco los resultados empiezan a verse, y a pesar de no tener un espejo para ver los cambios en su cuerpo, Taehyung los siente con sólo tocar sus brazos y piernas; lo nota cuando puede correr mucho más tiempo que al principio, y cada ejercicio se vuelve un poco menos doloroso y agotador.

Se está volviendo más fuerte, sus hombros un poco más anchos, todo su cuerpo más grande, su cara más redonda y saludable. Empieza a llamar la atención cuando conoce a otros miembros de la manada, y no porque sea el último en llegar, sino porque –aparentemente, por lo que dicen sus hyungs, Jimin y Jungkook– se ve muy bien, y su nuevo cuerpo fortalecido simplemente destaca su belleza natural.

Taehyung no puede decir que no aprecia la atención o las miradas apreciativas de los omegas o betas (los alfa todavía lo hacen sentir un poco incómodo), porque se siente un poco más seguro que antes. Está orgulloso de los resultados que está teniendo, de lo duro que ha trabajado, de lo bien que se siente en su propio cuerpo.

Durante esas semanas, Taehyung finalmente decide que es hora de pintar su casa y darle un aspecto más acogedor. Entonces, con la ayuda de Jungkook, Hoseok y Namjoon, pintan la casa de un naranja pálido y la puerta de un azul cielo claro, con el nombre de Taehyung escrito en negro.

Ese naranja pálido ha sido el primer color que le ha venido a la mente a Taehyung cuando Hoseok le ha preguntado de qué color quería pintar la casa; pero sólo después de que Hoseok ha dicho en voz alta que ese naranja le recordaba el color de la mandarina, el omega se ha dado cuenta de que tal vez no ha elegido ese color totalmente al azar, sino porque lo asocia con la calma y la seguridad.