Capítulo 5

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Jaekyung estaba de mal humor, cosa que no era novedad.

Aunque ahora estaba más irritable de lo normal, el alfa se sentía encerrado en esas cuatro paredes sin saber que hacer, lo único que lo distraía era nadar en la piscina pero no podía pasar ahí por horas. Los días pasaron demasiado rápidos para el beta y lentos para el alfa  tan solo faltaba un día para que se completara las dos semanas,  se estaba volviendo loco.

Pero no puede negar que también la pasó algo tranquilo, pudo descansar como es debido y con la ayuda de los masajes ya no sentía incomodidad en su hombro o dolor. Lo segundo medio bueno era que prácticamente no dejaba salir al mayor de la cama, después de aquella revoltosa noche donde se quedó hasta tarde cuidándolo el beta se negaba a dejarse penetrar. Y es que Jaekyung no había desaprovechado la oportunidad de echarle en cara lo que hizo por el esa madrugada.

Y Dan no pudo evitar sentirse culpable, lo dejó hacer lo que quiera con el y eso conllevó a terminar desmayado después de la tercera ronda de sexo.

El mayor tuvo que soportar el malestar que lo acechaba, había empeorado mucho. La fiebre le llegaba de vez en cuando y alta, pero el malestar en su interior no se va; es como si sintiera algo o alguien dentro de sí mismo. Todas las noches en la madrugada sentía un murmullo en su cabeza, cosa que no le diría a alfa ya que pensaría que se estaba volviendo loco.

—¿En qué carajos piensas? —la voz del alfa lo saca de sus pensamientos.

Ambos estaban sentados sobre uno de los grandes sofás, Dan tratando de estar lo más alejado posible.

—En nada....

—Ya veo, el encierro te volvió loco —se levanta pasando por su lado antes de murmurar—. No me sorprende

Dan se queda estático, no por lo que dijo el alfa, más bien fue porque al pasar por un lado de el pudo sentir un aroma a madera. La vez que se desmayó lo sintió, muy leve, ahora lo sentía un poco más claro. Su cuerpo empieza a temblar cuando el alfa se aleja.

Eso le asustó.

¿Que estaba pasando con el?

Hace unos días estaba bien, incluso comiendo todas las comidas a la hora que era debido, estaba saludable. ¿Entonces porqué la fiebre y el malestar?

Se levanta directo a la lavandería de la casa en busca de su ropa limpia, en una pequeña cesta recoge su ropa y cuando está a punto de salir un aroma reconocido llega a su nariz. Baja la mirada hacia la otra cesta de ropa sucia que es del Alfa, encontrando una camisa. Una camisa grande que desprendía aquel olor.

Traga duro saliva y antes de que reaccione, su mano toma la prenda y la acerca a su nariz. El olor cala en todo su ser sintiendo como el malestar se va de golpe, sus músculos se asuavizan y siente como algo en su interior se remueve gustoso.

El cesto de su ropa cae al suelo cuando con sus dos manos se aferran a la prenda empujándola más a su nariz, aspira con fuerza el olor amaderado y cierra los ojos al sentir el alivio recorrer todo sus sentidos. Sin embargo, sale de su ensoñación al ver lo que estaba haciendo.

—¿Que pasa conmigo? —susurra asustado soltando la prenda. A pasos rápidos se dirige a su habitación donde se envuelve en las sábanas de su cama sintiendo nuevamente aquel malestar.

Sus ojos se ponen llorosos nuevamente al sentirse asustado.

......

El día más esperado llegó, ambos se dirigían en el auto de Jaekyung hacia el gimnasio. El alfa se sentía contento de regresar a sus entrenamientos, estaba de buen humor; ignorando al pequeño cuerpo moribundo que descansaba en el asiento a su lado.

—¿Que carajos te pasa? —pregunta Jaekyung sin quitar la vista de enfrente.

Dan se remueve un poco en el asiento, el malestar no lo dejaba en paz.

—No....me pasa nada —le pasaba de todo.

El alfa alza una ceja y le da una mirada rápida.

—Estas todo pálido, ¿No estás comiendo? Todos los fines de semana dejo lleno el refrigerador para que tragues todo lo que quieras.....—No mide sus palabras haciendo que el beta se sienta peor.

—Lo siento.....yo....

—Cierra la boca —responde con fastidio, estaciona el auto—. Me irrita escucharte, escuchar tus disculpas a cada rato. Eres ridículo —sale del auto y antes de cerrar la puerta dice..—. Y apresurate, no tengo todo el día

Cierra con fuerza haciendo que Dan cierre sus ojos ante el golpe, sus barbilla tiembla y trata de no llorar. Con las manos temblorosas se toma otra pastilla para el malestar, cosa que no le hace nada pero el tiene esperanza que le quite esa molestia en su estómago.

Con su cuerpo tembloroso entra al gimnasio siendo recibido por una ráfaga de feromonas que se estrellan contra su nariz, aromas picosos y fuertes se meten en su nariz causando náuseas. Apurado corre hacia el baño ignorando los llamados de sus compañeros y se deja caer de rodillas con la cabeza clavada en el inodoro botando lo poco que comió en la mañana. Sus lágrimas salen de sus ojos ya que las arcadas no cesan y eso intensifica el dolor estomacal.

—Doc.....—en medio de mareos escucha al entrenador—. ¿Quiere que llame a un doctor?

Dan niega con la vista borrosa por la lágrimas, baja la palanca del inodoro y se levanta a enjuagar su boca.

—Estoy bien —sonrie leve—. Talvez me cayó algo mal

—¿Está seguro? —el entrenador se acerca y Dan da un paso atrás al sentir el aroma picante que le hace dar asco—. Está pálido, será mejor llamar alguien y....

—No, yo.....me siento mejor, solo iré a descansar un poco. Ya se me pasará —pasa por un lado del entrenador intentando no oler nada a su paso.

Al llegar a la sala donde hace los masajes se deja caer en la camilla con un brazo sobre sus ojos, siente que todo le da vueltas y sus oídos chillan.

Definitivamente nada estaba bien.


....

Para aclarar, eso que Dan siente a alguien dentro de y esos murmullos en su cabeza. Es su lobo

Recién esta haciendo aparición en el, así  que no. No es un bebé.

Por cierto, comenten que tal les parece la historia

Diosa Luna (Jinx Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora