Diosa Luna (Jinx Omegaverse)

Capítulo 2

Dan siempre se ha sentido inferior a todos, talvez sea por el hecho de como lo trataron cuando era niño. O talvez porque era un Beta.

Dan creía que era un beta ya que a sus treinta años aún no se había presentado, lo normal era presentarse a los catorce o quince con un fuerte celo anunciando su casta. Dan nunca tuvo un celo, nunca sintió el aroma de los demás. A lo largo del tiempo aprendió a vivir sin un olor que lo caracterizara, sin los días de calor, sin oler las feromonas de otras personas.

Un humano común y corriente.

Dan no tuvo problema con ello, y es que después de todo su vida ya era una desgracia y fuera peor si se hubiera presentado como Omega. Cuando llegó a trabajar al gimnasio pedían estrictamente prohibido ser omega ya que todos en el gimnasio eran Alfas, alfas dominantes y solo un Enigma. Jaekyung.

Dan había oído hablar de los enigmas, eran muy pocos los que existían ya que vienen de alfas raza pura; cosa que no era tan comun ya que los alfas siempre elegían betas u omegas y era difícil dejar preñado a otro alfa. Varias veces lo había visto doblegar a alfas que se querían pasar de listos. Uno de esos días fue cuando en uno de sus combates un alfa en celo trató de encerrar a Dan en una de las salas para poder avivar el calor de su cuerpo sin importar que el más pequeño sea beta. Dan estuvo completamente asustado aquel día que no paraba de temblar, hecho bolita en un rincón con las lágrimas desbordando sus mejillas; en ese momento estaba en pánico. Tanto así que pasó por alto la presión de su pecho y un pequeño murmullo en su cabeza.

Se puso a gritar queriendo que alguien lo ayude mientras el alfa en celo lo arrinconaba contra la pared, los gritos llegaron a oídos de Jaekyung, quien estaba acomodando las vendas en sus manos. La voz se le hizo familiar y rápidamente corrió hacia el bullicio, al entrar se quedó estático ante lo que veía. Su enojo subió a mil y vio en rojo.

Lo último que vio Dan antes de desmayarse, es ver como el alfa en celo caía noqueado al piso.

Ahora el pequeño beta se encontraba en una pequeña cafetería en compañía de un amigo.

Jiheon era un alfa que fue su compañero en la universidad y ahora trabaja en un asilo que quedaba a dos cuadras del gimnasio, siempre se reunían para conversar o echar el chisme como solía decir el Alfa.

—Ya te dije que no puedo —habla Dan jugando con el sorbete de su batido de fresa—. Mi jefe no me dejará ir

—Es tu jefe, no tu alfa —responde molesto.

Dan suelta un suspiro, eso ya lo sabía, sabía que no era su alfa. De hecho, Dan estaba seguro que nunca tendría un alfa; no un beta escuálido como el.

—Sabes como se pone cada que le digo que tengo salir del Penthouse, le da un ataque, y peor si le digo que saldré a un bar

—Mientele, dile que.....no sé, tienes una cita en el hospital

—¿En la noche? Jaekyung es capaz de ir conmigo para ver si es verdad

Jiheon suelta un suspiro.

—Ese imbecil parece más tu alfa que tu jefe

—Que cosas dices —Dan suelta una risa nerviosa.

—La verdad, siempre se enoja cuando sales a otro lugar que no sea el gimnasio, te mantiene a su lado como si fueras una garrapata. Y para colmo, hueles a el

Dan escupe el batido.

—¿Huelo a él? ¿Que tonterías dices?

—¿Acaso no te has dado cuenta? Cada vez que nos topamos tu hueles demaciado a madera. Ese imbecil siempre te marca con su aroma

El beta niega ante lo que dice, ¿Jaekyung marcandolo con su olor? ¿A él? Por supuesto que no.

—Paso la mayoría del tiempo con el es obvio que un poco de su olor se me pegue

—Eso es muy diferente, el olor es muy intenso y eso solo pasa cuando te marcan por posesividad o......

—¿O qué?

—Cuando tienen sexo.....

Un silencio se forma en la mesa, Dan no sabía dónde carajos meter la cabeza, su amigo no podía enterarse de lo que el hacía con su jefe, por su puesto que no.

—Estas equivocado...—dice nervioso. Jiheon entre cierra los ojos.

—¿Hay algo que no me has dicho?

—¿A..Algo como que?

—Te acuestas con tu jefe

Dan se ríe nervioso, era malo mintiendo.

—Por su puesto que no

Oh por supuesto que si, su culo es testigo.

—¿Crees que alguien como el quisiera por lo menos tocarme? —sigue mintiendo.

Y por supuesto que lo toca. Y no solo eso.

—Odio que hables así de ti, no eres inferior a nadie. Entiendelo —Jiheon lo mira molesto—. Si no fuera hetero, créeme que ya a estás alturas serías mi novio

Dan suelta una risita, su amigo era alguien grandioso. Dan no se sentía tan solo teniéndolo a él, no después de la muerte de su abuela hace un año.

—Deberías irte ya, o tu jefe vendrá a buscarte —le dice con burla.

Dan se ríe otra vez mientras niega, últimamente se sentía muy ¿tranquilo? Cuando murió su abuela creyó que el mundo se le vendría abajo, y así fue por los primeros tres meses; el pequeño beta había caído en depresión por la partida de su abuela. Pero después de un tiempo creyó que fue lo mejor.

El sabía que donde quiera que esté su abuela, estaría tranquila y ya no sufriendo como la manera en que lo hacía cuando estaba en el hospital. Dan sintió un peso menos sobre sus hombros, y se puso como meta tener el resto de su vida tranquilidad. Pero había un obstáculo.

Jaekyung