Capítulo 18

5.2K 513 49
                                    


El omega se removió en su cama despertando después de dormir toda la noche, su mano reposaba en su vientre sintiéndolo extraño, sentía algo extraño en su cuerpo pero no podía descifrar que era. Ignorando aquello se levanta al baño a cepillar sus dientes, no quiso bañarse ya que si lo hacía el olor del Alfa se iría.

Baja hacia la cocina en busca de prepararse algo para el desayuno, hoy era sábado por lo que no tenían que ir al gimnasio. Sin embargo no había seña del alfa.

Sus tripas gruñen y debe de apresurarse a prepararse un sándwich con todos los vegetales y jamón. Gime gustoso ante el sabor de la mayonesa, da un sorbo a su jugo de naranja y se prepara dos sándwiches más, con las manos llenas se encamina en busca del Alfa, no está en su habitación ni en el pequeño gimnasio.

La piscina.

El omega se dirige hacia allá dándole grandes mordiscos a su comida, nunca había sentido tanta hambre.

Se sienta en una de las tumbonas mirando como el cuerpo de Jaekyung se sumerge en el agua nadando de extremo a extremo. Los ojos de Dan siguen la ancha espalda de su jefe, las gotas deslizándose por la piel.

Bebe un poco de jugo al sentir sus mejillas calientes. ¿Que le pasaba?

—Come más despacio que nadie te lo va a quitar —dice el alfa acercándose a la orilla descansando sus brazos sobre ella y mirando al omega desde el agua. Sorprendido ya que Dan no era de mucho comer.

Aunque no se quejaba, era mejor para el que comiera todo lo que quiera con tal de que pueda resistir varias rondas de sexo sin desmayarse.

—Lo siento....—contesta Dan, ahora dando pequeños mordiscos a su último sándwich.

—Mi celo se acerca —el alfa sale de la piscina, Dan tose ante lo dicho—. Así que aliméntate mejor, no quiero que te desmayes cada que te folle

El omega tragó con fuerza el pedazo que se quedó atorado en su garganta, Dan sabía que los alfas en celo eran intensos, ahora imagínense un Enigma que es Jaekyung, a lo largo de casi dos años que llevaban conviviendo. El omega había aguantado varios celos con el alfa, mordidas, chupetones e incluso hasta su nudo; pero en aquel entonces el era un Beta. No corría riesgo alguno.

Ahora como omega lo más probable es que tenga un desgarre por el sin fin de nudos que le daría el alfa, es que de tan solo pensarlo le da terror.

—Debes estar listo para cuando entré en celo ¿Entendido?

Dan asiente leve, el hambre yéndose en un dos por tres.

Ambos, Alfa y Omega sentían que este celo sería diferente al de los anteriores.

.......

Los chicos del gimnasio se encontraban encantados comiendo los muchos bocadillos que se suponen que eran para Jaekyung, una de las marcas que el alfa patrocinada le envió un carrito lleno de bocadillos salados de todo tipo. Los chicos no tardaron en adueñarse de dicha comida importandole poco si Jaekyung se molestaba o no.

Uno de esos era Dan.

El omeguita se encontraba de lo más tranquilo degustando los camarones que tenía en su plato, varios platos vacíos estaban a su lado, Dan parecía que tenía un hoyo negro en su estómago. No paraba de comer desde aquel día donde se levantó con hambre y se comió tres sándwiches de desayuno, el entrenador se encontraba sonriendo, viendo como al omeguita se le llenaban las mejillas de comida.

Parecía una ardilla.

—Come más despacio, te va a dar una indigestión —le dice Jaekyung al omega, quien estaba sentado a su lado.

—Lo siento.....—se traga todo lo que tiene en la boca, suelta un suspiro al sentirse satisfecho pero no lleno.

—¡Llegó más comida! —grita papa haciendo que todos miren a su dirección, varias cajas de pizza son puestas en la mesa.

Todos caen como unos animales salvajes tomando todo a su paso, Dan al no poder con aquellas masas de musculo se quedó sentado viendo como la pizza se iba acabando de apoco. Sin querer un puchero se forma en su boca.

No había alcanzado pizza.

Un suspiro pesado se escucha a su lado.

Lo próximo que ve es como Jaekyung se inclina hacia adelante y con un gruñido aleja a los demás tomando dos rebanadas de pizza que son puestas en el plato del mayor.

—Te terminas esto y ya no más —lo regaña.

Dan sonríe en grande, y sin importarle nada empieza a comer sin darse cuenta que los ojos del alfa están sobre el. Aquello había tomado de sorpresa al alfa, aquella sonrisa genuina y sincera que mandó un palpito extraño a su pecho.

Esa semana el alfa se ha había mantenido tranquilo, tanto que asustaba. Dan no tuvo problema en toda la semana ya que el alfa mantuvo las manos fuera de su cuerpo, eso lo mantenía tranquilo aunque sabía el trasfondo de aquellas acciones. Las estaba guardando para el celo.

Dan se detuvo al sentir como su estómago se revolvía.

Ante los ojos de los demás sale corriendo hacia el baño donde tira toda la comida que ha ingerido en el transcurso del día. Le da asco votar todo y vuelve a vomitar, sus ojos se llenan de lágrimas ante la fuerza que hace, y ya no sabe cuanto tiempo a estado así hasta que alguien lo toma en brazos.

—Jaekyung.....—dice con voz quebrada, el alfa lo lleva a enjuagar sus dientes y echarle agua en la cara para eliminar rastro de lágrimas.

—Te dije que no comieras tanto

Dan aprieta los labios sintiéndose culpable, no lo culpen, aquellos camarones se veían realmente deliciosos.

—Toma.....—y es ahí cuando cai en cuenta que el alfa tenía algo en sus manos, un vaso de batido de fresas es entregado a el. Dan arruga el ceño ante aquello.

No recuerda haber visto batidos en la comida que mandaron.

—Gracias

Jaekyung lo ayuda a ir hacia afuera, todos los chicos se reúnen mirando al omega, preocupados.

—¿Doc está bien? —pregunta uno.

—¿Cómo se siente? ¿Necesita algo? —dice otro, sin embargo Dan dejó de escucharlos al sentir como unas grandes manos se posan en sus caderas.

—Estoy bien —les sonríe dándole un sorbo al batido, estaba delicioso. Los demás empiezan hablar entre sí y no le toma importancia, dejándose llevar por su instinto, se deja caer un poco hacia atrás recargando su espalda en el pecho duro del alfa.

Las manos de Jaekyung se deslizan hacia su barriga, dejándolas ahí por mero instinto. Dan suelta un suspiro satisfecho cuando siente un tenue aroma a madera, recuesta la cabeza hacia atrás soltando un gruñidito que no pasa desapercibido por el Alfa quien  alza una ceja pero no dice nada.

Aquella pareja estaba en su burbuja, ajena a los demás.

........


Mañana mismo publico otro capitulo más, no pude publicar los dos de golpes porque tengo que revisarlos y ya se me cruzan los ojos :,(

No olviden de comentar y decirme de alguna falla ortográfica

Diosa Luna (Jinx Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora