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Una figura masculina posada sobre el marco de la puerta, con su cabeza recargada en la fría pared, un torso desnudo y un tanto delgado dejaban a su imaginación demasiado que desear.

Jugueteo un poco con su cabello, estaba cansado aún después de haber dormido largas horas, su estómago que comenzaba a vibrar y sentir un hueco en el centro fue el culpable de haberse levantado.
Carraspeó su garganta llamando la atención de su amante acompañante.
El de cabello castaño se acercó hacia la cama dejándose caer sobre su pecho, dándole un corto beso en los labios del moreno.

Se seguía preguntando cuánto más iba a a durar esta farsa, quería al muchacho, pero también quería a quien siempre estaba ahí junto a él, no tenía el valor de lastimar a ninguno de los dos, aún si alguien ya lo había lastimado a él.
Tanto había anhelado despertar así, verlo a él rondando a su alrededor, con su cabello mojado, simplemente saber que estaba junto a él.

12:30 pm

La luz del sol que se colaba como vil intruso entre los espacios de la cortina penetraba en el centro de aquel jarrón transparente que Saul tenía en su sala.
El sonido del radio encendido resonaba en el comedor, el olor del café le daba un extraño sentimiento de felicidad.
Acarició la palma de Alejandro y después depositó un beso sobre ella.

Hace no más de un mes que Saúl se había independizado, una casa pequeña pero cómoda, justa para una sola una persona.
El vacío para él se sentía enorme y frío, estaba acostumbrado a estar solo la mayor parte del tiempo, pero no negaba tener la presencia de su amante rodando por las esquinas de su casa, le revoloteaba la mente y el pecho.
Le dio un sorbo a su café mientras veía como Alejandro tocaba su guitarra mientras lo miraba coquetamente.
Las mañanas se habían vuelto más ligeras y las noches más cálidas desde que aquel cuerpo se envolvía en vapor con el de él.
Era lo que tanto había deseado y por fin podía sentirlo recostado a lado de él.

Aún así la culpa no lo dejaba de invadir, quería sentir el cuerpo intruso junto al de él...

Enemigo// Saul. H Y Alejandro.M Donde viven las historias. Descúbrelo ahora