━━━━━━ ◦ 🩻 ◦ ━━━━━━
ⁱ'ᵐ ˢᵒʳʳʸLos Sombrero de paja cenaban en casa de Nojiko, Sanji había preparado un platillo exquisito con los recursos e ingredientes en casa de la chica.
La de cabellos azules disfrutó con gusto de su cena, nunca había comido algo tan delicioso desde el fallecimiento de su madre, Nojiko comía con rapidez y Usopp la miró, tenía razón al decir que el rubio era el mejor cocinero.
Ella saboreó los fideos antes de hablar.
—Nunca comí algo tan delicioso en mi vida— explicó la chica, Sanji sonrió ante eso.
—Pues hay mucho más de donde vino eso, pero... Necesitamos que nos hables sobre Nami y la mujer que la acompaña.
Nojiko lo pensó muy bien, pero decidió contar la verdad.
Así acabó contándoles cómo Nami vivía junto a ella y su madre, les contó cómo fue que llegaron a manos de la ex marina.
También les informó sobre Helena, había nacido y criado en la isla, las tres eran grandes amigas hasta que Arlong llegó y se apropió de la villa.Nami junto a Nojiko vieron morir frente a sus ojos a su madre, quién dio la vida por ellas y su bienestar, algo que las dejó totalmente destrozadas.
La mujer no pudo evitar soltar lágrimas al terminar su trágica historia, los piratas quedaron en silencio procesando todo lo recién contado, Sanji limpió sus lágrimas rápidamente, los cuatro estaban en un trance.
—¿Cómo?— el primero en hablar fue Usopp —¿Nami trabaja para el pirata que mató a su madre?— le parecía lo más ilógico, pero la chica sólo asintió.
Luffy se levantó con rapidez, los demás lo vieron sin decir ninguna palabra, todos estaban demasiado sorprendidos como para decir algo. Así el pirata salió de aquella casa seguido por Zoro.
Ambos jóvenes piratas subieron las escaleras hasta el techo de la cabaña, las estrellas estaban tan brillantes que Luffy no pudo evitar encontrar los ojos de su amada en ellas, no quería dejar de mirarlas, no quería aceptar que todavía no había salvado a Asherah.
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Hey Girl! - Monkey D. Luffy
Fanfiction→•𝖫𝖺𝗌 𝗌𝗂𝗋𝖾𝗇𝖺𝗌 𝗌𝗈𝗇 𝖽𝗈𝗇𝖼𝖾𝗅𝗅𝖺𝗌 𝗆𝖺𝗋𝗂𝗇𝖺𝗌 𝗊𝗎𝖾 𝖾𝗇𝗀𝖺𝗇̃𝖺𝗇 𝖺 𝗅𝗈𝗌 𝗇𝖺𝗏𝖾𝗀𝖺𝗇𝗍𝖾𝗌 𝖼𝗈𝗇 𝗌𝗎 𝗀𝗋𝖺𝗇 𝖻𝖾𝗅𝗅𝖾𝗓𝖺 𝗒 𝗅𝖺 𝖽𝗎𝗅𝗓𝗎𝗋𝖺 𝖽𝖾 𝗌𝗎 𝖼𝖺𝗇𝗍𝗈; 𝖽𝖾 𝗅𝖺 𝖼𝖺𝖻𝖾𝗓𝖺 𝖺𝗅 𝗈𝗆𝖻𝗅𝗂𝗀𝗈 𝗍𝗂𝖾...