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ᵐⁱˣᵉᵈ ᶠᵉᵉˡⁱⁿᵍˢY aquí estoy nuevamente, entre barrotes de fierro o lo que sea, al menos la jaula era grande pero no para dos personas, estaba junto a Nami y me era incómodo, Zoro estaba amarrado a una especie de diana giratoria.
Abracé mis piernas mientras veía la espalda de Nami, todavía estaba molesta con ella.
—Ya ríndete, ni siquiera tú puedes romper esas cuerdas— le habló Nami al cazador, él estuvo un buen rato forcejeando y no lograba nada.
—La he pasado peor— comentó con su voz profunda.
—Cuando salí corriendo de la carpa, vi un pueblo— comenzó a relatar la muchacha —O los escombros que dejó Buggy.
—Eso fue cuando quisiste huir por tu cuenta, ¿Verdad?— murmuré con sarcasmo mientras escuché un quejido de la contraria.
—Quisiste abandonarnos— escuché la voz de Zoro.
Al menos estábamos de acuerdo en algo.
—Ay, por favor— se quejó la ladrona —Estábamos rodeados y desarmados, era una pelea imposible.
—Aún así, no es excusa— comenté mientras rodaba los ojos —además, escaparias sin el mapa, no lo pensaste bien.
—¿Disculpa?— habló ofendida la chica, de nuevo había vuelto esa tensión molesta, y eso que ya me estaba empezando a caer bien.
—No te ofendas, pero hasta yo tengo principios en la amistad— expliqué —y eso que nunca tuve amigos— murmuré para mi misma, daba igual si me escuchaban o no.
—Conozco a las de tu tipo, puro interés— Zoro le habló a Nami.
—Lo dice el cazarecompensas errante que vende vidas por un puñado de berries— contraatacó la mujer.
—Hago mi trabajo.
—No lo dudo.
—Ya lo dijiste una vez, Nami— volví a hablar —Uno hace lo que sea por sobrevivir, el dinero mueve a las personas.
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Hey Girl! - Monkey D. Luffy
Fiksi Penggemar→•𝖫𝖺𝗌 𝗌𝗂𝗋𝖾𝗇𝖺𝗌 𝗌𝗈𝗇 𝖽𝗈𝗇𝖼𝖾𝗅𝗅𝖺𝗌 𝗆𝖺𝗋𝗂𝗇𝖺𝗌 𝗊𝗎𝖾 𝖾𝗇𝗀𝖺𝗇̃𝖺𝗇 𝖺 𝗅𝗈𝗌 𝗇𝖺𝗏𝖾𝗀𝖺𝗇𝗍𝖾𝗌 𝖼𝗈𝗇 𝗌𝗎 𝗀𝗋𝖺𝗇 𝖻𝖾𝗅𝗅𝖾𝗓𝖺 𝗒 𝗅𝖺 𝖽𝗎𝗅𝗓𝗎𝗋𝖺 𝖽𝖾 𝗌𝗎 𝖼𝖺𝗇𝗍𝗈; 𝖽𝖾 𝗅𝖺 𝖼𝖺𝖻𝖾𝗓𝖺 𝖺𝗅 𝗈𝗆𝖻𝗅𝗂𝗀𝗈 𝗍𝗂𝖾...