13 - (1/2) ¿interrumpo?

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Los días pasaron tan rápido como un pestañeo y de la noche a la mañana ya era el gran día.

¿Gran día?...

- [Calmate] - acariciaba la mano de una nerviosa rubia.

- Yo.. yo.. yo.. - intentaba formular una palabra pero simplemente los nervios no la dejaban.

- [No ha de ser tan difícil, tranquila] - volvía a acariciar pero ahora su cabeza.

- ¿Q-que pasaría s-si m-me escapo a la habitación d-de los chicos? - tartamudeaba preocupada.

- Me encargaré de que no suceda eso - hablo una repentina voz frente a ella junto con unos oscuros ojos que la miraban desde la puerta.

- ¡Q-que caraj.. ¿Cuánto tiempo llevas ahí? - abrió los ojos como si se fuesen a salir.

- Acabo de llegar, la directora Weems me informó que debía entregarte esto - hizo una pausa para sacar de su bolso varios supresores para luego acercarse un poco hacia la licántropa y entregárselos.

- Oh - fue lo único que dijo tomando con vergüenza todas esas pastillas que en ese mismo día utilizaría.

- Me ha informado que debido a tu primer celo luego de tu transformación necesitas estar alejada de los otros licantropos o otras personas, tampoco podrás circular por los pasillos ha no ser de alguna emergencia - hizo una pausa colocando el bolso en un su mesita de noche - Te voy a cuidar hasta que termine tu ciclo - replicó sentandose en su cama con la vista fija en la puerta.

Un inmenso rubor invadio las mejillas de la más alta que abrió sus ojos como platos analizando las últimas palabras de su compañera de cuarto.

- Con cuidar me refiero a mantenerte alejada de chicos y asegurarme de que tomes tus supresores - alzo una ceja observando de reojo a su sonrojada compañera.

- Si, si, si, claro, yo sé - hablo demasiado rápido colocándose un mechón de cabello detrás de su oreja y desviando la mirada.

Y de pronto ese silencio que caracterizaba la habitación regreso solo que con los pequeños pero repetitivos y rápidos sonidos de la máquina de escribir de.. merlina.

La licántropa empezó a sentirse un poco extraña con su cuerpo, sentía una especie de ansias como si estuviese esperando algo, su loba se revolcaba dentro de ella suplicando por algo entre aullidos, corría, saltaba y aullaba como loca dentro de ella.

Sabía lo que era.

Sin perder mucho tiempo se levantó de su cama y disimuladamente sin ningún esfuerzo se tomó la primera de las muchas pastillas que tenia, la rubia siempre tuvo problemas para tomar pastillas debido a que la mayoría deas ocasiones que intentaba tomarlas se terminaba ahogando o con una sensación extraña en su garganta.

Su familia estaba acostumbrada a triturar las pastillas para que pudiera tomarlas, si, como un bebé, pero solo el hecho de pensar que estaría en la misma habitación.. en celo.. con merlina.. y pensar que podría hacer algo en su contra la horrorizada tanto que ni supo como pudo tomar una pastilla sin agua y sin triturar.

Todo por cuidar a..

- Se supone que tienes que decirme cuando tomes supresores - se giró de su silla para observar a la licantropa un poco nerviosa.

- ¿La directora Weems te dijo algo sobre mis clases? - intentó desviar el tema con lo primero que se le cruzó en la mente.

- Si, las harás aquí, no me cambies el tema - alzo una ceja observando como la rubia se hacía bolita en su cama dándole la espalda.

Desagradablemente.. adorable.

- Oh e-eso está bien, puedo hacerlo - se acurrucó más en su sitio.

Opposite Poles | wenclair Donde viven las historias. Descúbrelo ahora