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―De este lado está la cocina. No te preocupes porque contraté a alguien para que se encargue de cada una de tus comidas del día. Sé que puedes presentar diferentes antojos y que tal vez le cojas algo de asco a algunos alimentos, pero tranquilo, esa persona logrará adaptarse a tus gustos, ¿sí?

Caminaba detrás de Bible, que me enseñaba cada rincón del nuevo departamento que había comprado.

―Una vez me mencionaste que te gusta la jardinería así que el jardín trasero me parece que puede ser de tu agrado. ―me sonrió, mientras abría la puerta corrediza que llevaba al jardín.

El césped brillaba.

Tenía plantas y flores.

Una piscina techada también con sillas para tomar el sol.

Una barbacoa y una mesa enorme con una gran sombrilla y sillas alrededor.

Este lugar parece ser para una familia...

―Wao...

― ¿Te gusta?

―S-Sí... ―asentí levemente.

―Excelente. ―sonrió y me tomó de la mano―. Ven. Tu habitación está por aquí.

Me sentí abrumado en cuanto puse un pie en la que sería mi habitación.

Era ridículamente enorme.

Todo.

La cama.

El ventanal que la alumbraba.

La puerta que llevaba a lo que supuse que era el armario.

El escritorio.

Todo.

No estoy acostumbrado a esto.

Yo vivo con lo justo.

Sé que Bible es Ingeniero, que fundó una empresa que presta diferentes servicios en esa área y que le va bien, pero... esto me supera.

―El baño está de este lado. Tienes ducha y tina. ―decía y señalaba cosas―. Ese es el armario, no te preocupes, compraremos más ropa con la que te sientas cómodo estos meses. También hay un pequeño librero, sé que te gusta leer. De todos modos, hay muchos más libros en la biblioteca del segundo piso.

¿Cómo es que recuerda que me gusta la jardinería y leer? Creo que solo lo mencioné una vez...

Eso es lindo...

―Entiendo... ―murmuré―. E-Es un departamento muy grande...

―Bueno, quiero que tú y el bebé estén lo más cómodos posible. No quise escatimar en espacio. ¿Adivina? No tienes que dejar de bailar ni nada. Adecue una habitación en el primer piso como un pequeño estudio para ti. Ahí podrás estirar, calentar y practicar. Eso sí, debemos consultar con la doctora para que todo sea lo menos contraproducente para el bebé.

― ¿H-Hiciste todo eso en dos semanas...?

Bible asintió.

―En realidad no fue gran cosa. La compañía encargada que contraté fue muy rápida y en general no le hice tantos cambios al diseño original del departamento. ―sonrió complacido―. ¿Qué dices?

Caminé fuera de la habitación y me apoyé en uno de los sillones de la sala de estar.

―Está lindo...

― ¿No te gusta?

―N-No es eso, pero..., ¿no te parece un poco... demasiado?

― ¿Por qué? Tiene apenas lo necesario para ti y el bebé.

Lo Que Necesitaba || BibleBuildDonde viven las historias. Descúbrelo ahora