17.

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Me removí en la cama, incómodo.

El dolor y la presión en mi vientre comenzaron a ser casi insoportables.

Me incorporé lentamente y miré la hora en el reloj de la mesita de noche.

Casi la una de la mañana.

Cada vez duermo menos en las noches, el cansancio me está matando y en el día me limito solo a estar acostado en mi nido, buscando tranquilizar un poco a mi omega y a mi aceituna bonita.

Suspiré y comencé a tomar respiraciones lentas y pausadas.

Todavía no viene, ¿cierto?

Ya pasé los ocho meses, pero todavía falta, ¿cierto?

Una corriente me recorrió la espalda cuando sentí una contracción intensa.

Contuve un grito y las lágrimas rápidamente se acumularon en mis ojos.

N-No...

Todavía no...

No estoy listo aún para dejarte ir...

Quédate un poco más ahí dentro...

Otra contracción más.

Me llevé las manos al vientre y comencé a llorar, asustado.

Intenté levantarme de la cama, pero el dolor no me lo permitió así que todo lo que podía hacer era gritar por ayuda.

―¡¡Bible!! ―exclamé, entre lágrimas y sollocé―. ¡¡Bible, ayuda!!

Quise convencerlo de que durmiera conmigo esta semana, precisamente porque tenía miedo de que algo así pasara, de que la aceituna quisiera venir y yo estuviera solo..., pero me dio temor pensar en que podía negarse porque he notado lo fácil que es últimamente que me diga que no.

Y eso me duele.

Opté por tratar de no pensar en eso e incluso Kala me ayudó a preparar un bolso con todo lo necesario para el día del parto.

―¡¡Bible!!

Logré levantarme de la cama, pero entonces vi una gran mancha de sangre en las sabanas.

No, no...

La puerta se abrió abruptamente, mostrando a Bible con una expresión asustada en el rostro.

―C-Creo que ya viene... ―sollocé―, e-estoy sangrando, Bible, me duele mucho...

―Tenemos que ir ya mismo al Hospital, ven aquí.

Luego de tomar rápidamente el bolso y colgárselo en un hombro, Bible me sostuvo de los brazos.

―Tranquilo, ¿sí? Está todo bien, tú eres el Omega más fuerte que yo conozco.

―T-Tengo miedo, n-no quiero que nada le pase... ―me sostuve el vientre, entre lágrimas―, no quiero que nada le pase a mi bebé, Bible...

―No le va a pasar nada, ¿okay? ―comenzó a secar mis lágrimas―. A nuestro bebé no le va a pasar nada...

Nuestro bebé...

Escucharlo decir eso me hizo llorar más.

Asentí y dejé que me guiara fuera de la habitación.

| ... |

Mis ojos se mantenían fijos en Bible, mientras su aroma se colaba en cada rincón de mi ser.

Lo Que Necesitaba || BibleBuildDonde viven las historias. Descúbrelo ahora