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"Andrómeda (Malfoy) y Perseus (Jackson"
Percy's POV!
PERCY sacudió su cabeza con fastidio. Ya que cada cierto tiempo se descubría a si mismo pensando en la chica nueva.
Era una niña extraña, tenía ropa elegante y utilizaba colores oscuros que contrastaban con su piel y su cabello pálido. Pero lo que más le gustaba a Percy, eran sus ojos. Aquellos orbes opacos grisáceos eran sin duda el par de ojos más hipnóticos que Percy había visto en su corta vida.
Luego de que la reclamaran como una hija de Artemisa, Percy quedó igual de confundido que los demás semidioses. Pudo ver desde la mesa de Atenea como Annabeth se sorprendía y luego miraba a todos lados con esa mirada que decía «estoy planeado algo muy guay».
Miró algo apenado a Tyson, su hermano. Es decir, no era que el grandote le cayera mal. Pero que sea su hermano...le avergonzaba sin motivo alguno.
Presenció con una ceja alzada como la recién llegada se encaminaba fuera del comedor, hacia los establos. Decidió no darle tanta importancia. Después de todo tenía bastante hambre.
Se disponía a levantarse para dar su ofrenda cuando la voz de Tyson lo sacó de su acción.
—Esto...Percy, ¿por qué tiran su comida?
Percy miró a su hermano algo incómodo.
— Es para los dioses. Se acostumbra a quemar la mejor parte de la comida como ofrenda para ellos. Les gusta el olor.—. Comentó. — Además, también utilizamos para agradecerles.
Así que dirigiéndose hacia la ofrenda y con Tyson detrás, murmuró un «Papá» Y se devolvió a su lugar. Sin embargo alcanzó a vislumbrar como Tyson paraba toda la fila y luego de un rato pensando, habló- más bien gritó- un «Andromeda» y se sentó al lado suyo.
— Pues porque Meda parece una diosa. Y seguro está bastante asustada con todo esto. Tú dijiste que las ofrendas eran para agradecer, ¿no? Bueno pues, yo agradecí por Andrómeda. — Dijo como si fuese lo más normal del mundo. — Además, es la única de aquí a la que parezco agradarle. Pero no te preocupes Percy, haré lo necesario para merecer ser tu hermano.
Percy quiso que lo tragase la tierra. ¿Qué le pasaba? ¿Desde cuándo era tan supersticioso como los demás? De pronto recordó los feos ratos que pasó en colegios al ver que él era distinto y especial en comparación de los demás alumnos.
— Oye...Tyson, lo siento ¿si?—. Comentó cabizbajo. — He sido un idiota al tratarte mal.
Tyson lo miró con una sonrisa e hizo un gesto con la mano para quitarle importancia.
