HUNTING [kth]

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Taehyung

Mi hermano me escuchó hablar, como siempre, sin interrumpir. Antes solía buscar a Jin para contarle mis problemas, pero con el tiempo, encontré en Namjoon, menos regaños y más consejos.

— Hiciste todo lo que se suponía, no harías, Taehyung.

Bueno, en ese momento, ya no seguía tanto lo que él consideraba mejor para mi.

— Me tiene miedo.

— Por supuesto que te tiene miedo. Ahora eres alguien desconocido para ella.

La nieve había dejado de caer, algunas horas antes de que Namjoon llegara a visitarme. Le llamé porque estaba desesperado y necesitaba conversar con alguien.

Gracias a una tormenta de nieve, tuve dos días para hablar con Adley. Los caminos estaban cerrados y no podía regresar a Lindstrom. Fue difícil, pero me escuchó. Tal vez porque no tenía más remedio que hacerlo o porque al final, sí comenzaba a creer en lo que le contaba: que yo era un lobo. Sus ojos llenos de incredulidad, terminaron mostrando miedo. Yo sentí su miedo... y después, el dolor que le causó saber que esa noche la dejé ahí en el frío, herida y sola. Tan solo esperaba que pudiera comprender porqué estuve alejado de ella.

Las primeras semanas, fue decisión de mis padres encerrarme porque lo único que quería hacer, era encontrar a Izan. Además estaban investigando la zona cerca de chalet y yo permanci demasiado tiempo sin cambiar. Mi lobo, se negaba porque seguía alerta. Lo que me permitió volver, fue que parte de la manada a la que pertenecemos, lograron que Izan, se largara de Lindstrom, junto con su amigo y muchos de ellos se dedicaron a vigilar el pueblo.

Adley finalmente salió del hospital y tampoco pude ir a verle. Mis padres negaron que yo estuviera de visita y me prohibieron dejarme ver los siguientes meses.

Las cosas empeoraron para ella, por la muerte de su madre y la única oportunidad que tuve para acercarme a ella, solo le causó más sufrimiento. Esa noche, Adley dormía en su habitación. La holgada camiseta que llevaba puesta dejaba descubierto su hombro, mostrándome que la marca de mi mordida llegaba hasta ese punto en el cuello. Se veía tan extraña, que de inmediato me hizo pensar en que le había infectado.

Le hablé a mi familia sobre eso y todos dijeron que era imposible. Yo también siempre creí que lo era y aunque lo hubiera deseado, tener un lazo con ella, jamás pensé en marcar a Adley, si eso le causaría algún tipo de daño. Mi familia comenzó a cuestionarme, una y otra vez, sobre esa noche... ¿En verdad fui tan descuidado? ¿Me dejé llevar?

¿Lo hice yo, por lo que siento por ella?

¿Mi lobo lo hizo?

Si.

En el fondo, yo lo sabía porque ambos la queríamos y jamás crei que algo así pudiera suceder: que ella se volviera parte de mi y yo de ella.

La humana, a la que quería profundamente.

Meses después, cuando Adley se mudó de Lindstrom, entendí que mi presencia esa noche, el haber tomado su mano, ese simple toque a su piel, hizo más fuerte el lazo entre nosotros. Estar separados, nos enfermaba y mi lobo seguía llamándola, cada vez más fuerte.

Sé que no hice las cosas bien y que ella tenia razón en sentir miedo, en querer alejarse de mi, pero no puedo arrepentirme de ir a buscarle, de entrar en su habitación y tomarla entre mis brazos para aliviar su dolor.

— ¿Quieres que yo la lleve a Lindstrom? — miré a Namjoon, que observaba hacia la cabaña. Nos habíamos sentado en la mesa de picnic, bajo un pequeño techo.

Había preparado ese lugar, porque quería tener una cena especial con Adley.

— No lo sé... Yo, aún tengo una estúpida esperanza...