HUNTING [kth]

▼⁠11▼

Una semana después, volví a reunirme con Min Yoongi, quien estaba más que dispuesto a investigar el paradero de mi padre y yo acepté.

Los días previos a nuestra reunión, tuve tiempo de procesar lo que me había dicho. Tengo que aceptar, que mi decisión se debió, a que si lo que él sospechaba era cierto, aquello que creí imposible de vivir junto a Tae, podía ser una realidad.

La investigación se mantendría en privado. Yoongi habló con Hoseok para que me ayudara con mi historial clínico y yo visitaría lo más pronto posible Lindstrom para buscar entre las pertenencias de mi madre, lo que pudiera ayudarle.

Así pasaron semanas, que se volvieron meses y el final de la primavera nos alcanzó.

★

- ¿Un coche? - mi tía Sarah hizo una mueca y dejó de comer su cena. - Pero ni siquiera sabes conducir.

- Si sé conducir. Taehyung me enseñó y creeme que si puedo conducir una camioneta, puedo andar en un compacto.

Para mí, el final de la primavera, significaba celebrar, porque mi cumpleaños era justo en el inicio del verano.

Mi madre había estipulado, que a mis veinte años, ya podía hacer uso de una parte, de lo que me había heredado. Obviamente, respetando que todo sería bajo la supervisión de mi tutor, es decir, mi tía Sarah.

Cuando la visité en Lindstrom, justo antes de que comenzaran la investigación, le hablé de mi interés en comprar algo por mi cumpleaños y ahí estaba de vuelta, meses después, diciéndole lo que deseaba.

Por su expresión, sabía que no estaba nada convencida.

- ¿Vas a usarlo para venir hasta acá?

- ¡Claro!

- Adley...

- Tía, por favor ¿Puedo negociar contigo, solo usarlo en Barrie y ya? Me gustaría mucho no depender siempre de Tae y sus hermanos. - bebí un poco del jugo que me había servido. - Además se trata de un coche pequeño, algo económico. No tengo planeado usar todo ese dinero, en un carro de lujo.

- Cariño, puedes usar ese dinero en lo que tú quieras. Es tuyo.

- ¿Entonces si?

- Por Dios, déjame pensarlo.

- Soy buena conductora, en verdad lo soy y tendré un permiso.

- ¡Por supuesto que tendrás un permiso! Hablaré con los Kim para que se aseguren de que obtengas uno. Un coche, es una responsabilidad muy grande y tienes que ser prudente ¡Jamás bebas cuando vayas a usarlo!

- Tía, no bebo, eso ya lo sabes.

- Bueno... supongo que está bien. - suspiró. - Lo digo muy en serio, Adley, tienes que ser muy responsable.

- Te lo prometo.

- Mañana hablaré con el abogado para hacer los arreglos y que puedas acceder a la cuenta. Vas a tener que quedarte unos días más ¿Él no tiene que volver a Barrie?

- Supongo que si. Hablaré con él cuando esté de regreso. - tomé mis cubiertos y comencé a cortar un poco de carne. - ¿Ahora sí me vas a contar que está pasando entre el profesor Girard y tú?

El rubor en su rostro fue instantáneo y se apartó los cabellos de forma nerviosa.

- Somos amigos.

- Ajá... Pues hablas muchísimo de tu amigo.

- Tenemos una bonita amistad.

- Es muy atractivo. - había visto unas fotos que me envió. Ambos estaban en un evento del colegio y definitivamente, era un hombre bastante guapo.