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Flores.

Eso fue lo primero que vi cuando desperté. Me encontraba en otra habitación, una que olía a algo fresco, como a cítricos.

Contra una de las paredes, un bonito mueble lleno de libros, me mostraba una foto de Nam y Misae, entonces comprendí que se trataba de su habitación.

¿Qué hacía ahí?

La presencia de ella, entrando por la puerta, sosteniendo una bolsa de papel y un par de botellas de agua me confirmó lo que imaginé.

— Hola. — Sonrió al verme y dejó lo que llevaba, sobre una de las mesitas de noche. — ¿Sientes dolor? — Negué. — El Doctor Jung te prescribió unos ungüentos para las marcas y vitaminas, además de mucha hidratación y descanso.

— ¿Estuve inconsciente?

— No. — me miró con extrañeza. — Estabas dormida, Adley. Dormiste al menos unas dieciocho horas seguidas ¿Te había sucedido antes?

Negué.

— Recuerdo... estar en la ducha y volver a mi habitación.

Volví para quitarle las cadenas a Taehyung porque se estaba quedando dormido, sentado e incómodo.

— Taehyung dice que lo liberaste de un brazo.

— Lo hice y... ¿Me quedé dormida?

— Chica, debiste estar agotada. — se sentó en la cama y me observó fijamente. — Él entró en pánico porque no despertabas y por cómo te vimos, nosotros también pensamos que algo te sucedía.

— ¿Me vieron?

— No te vimos desnuda., tranquila. Gracias a qué Tae, estaba medio libre, te envolvió con una sábana, antes de pedir ayuda. A lo que me refiero, es que te marcó más de lo que imaginábamos.

— Lo mordí. — musité. Recordé el momento exacto en que lo hice y me recorrió una sensación extraña por el pecho.

— Si, también lo vimos

Me pareció vergonzoso que Nam y Misae, nos hubieran visto después de todo y que conocieran ciertos detalles, sin embargo no me hizo preguntas y lo agradecí inmensamente.

— ¿Él está bien?

— Solo muy cansado. No ha dormido porque estuvo velando tu sueño. Permaneció aquí desde que te trajimos. Nam lo hizo salir para que se alimentara y que se encargara de la limpieza y el orden de su habitación. No debe tardar mucho en volver.

— Gracias.

— No me agradezcas, me agrada ser de ayuda para ti. — la vi sonreír y palmeo el dorso de mi mano, como un gesto de cariño. — Prepararé algo para comer. — se puso de pie y señaló la bolsa de papel. — No olvides tus vitaminas ¿De acuerdo?

— No lo haré.

Salió y cerró la puerta detrás de ella.

Me tomé unos minutos para procesar ciertos recuerdos que saltaron en mi cabeza. Me cubrí el rostro, cuando sentí como subió el calor por mis mejillas, al descubrí haber disfrutado, lo antes me provocaba miedo. Tanto lo disfruté, que había mordido a Tae, en un impulso nuevo y desconocido para mi.

En una de las esquinas de la habitación, un espejo se encontraba apoyado contra la pared. Me moví despacio sobre la cama. No sabía que aspecto tenía y me causaba mucha curiosidad verme. Me quejé levemente cuando me senté en la orilla del colchón y tras ponerme de pie, volví a sentarme en la cama de inmediato.

— Oh, Dios... — me reí como tonta por sentir las piernas, sin fuerza.

Justo en ese momento, la puerta se abrió y me giré un poco para mirar y encontrarme con Taehyung, que avanzó rápido hasta estar frente a mi

HUNTING [kth]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora