HUNTING [kth]

▼⁠16▼

Seokjin

Dos llamadas sin responder.

— Ya debería estar de regreso. Tal vez decidió ir a comer algo por ahí... Pero, por Dios... ¿Para qué tiene el móvil, si no lo usa? — Sarah terminó la llamada, después de que saltó la grabación del buzón de voz.

Tres llamadas.

— Puedo ir a buscarla al supermercado. — se ofreció el señor Girard. — Es posible que siga de compras.

Había enviado un par de mensajes a Adley, cuando se volvió de noche, pero tampoco respondió.

— Si me deja por el supermercado — hablé. — la buscaré ahí. Usted, tal vez podría ir en su coche por los alrededores. — Asintió y se puso de pie de inmediato. 

Mientras él le decía a Sarah, que no se preocupara porque encontraríamos a su sobrina y que ella estaba bien, me adelanté a salir del chalet. Hice una llamada rápida a Adley, pero colgué en cuanto escuché el mensaje del buzón. 

Nos tomó unos veinte minutos llegar al centro de Lindstrom y otros cinco, al supermercado. Una vez dentro del estacionamiento, vimos el coche de Adley, muy cerca de las puertas.

— Usted espere, yo la buscaré rápido. —  bajé del coche, justo cuando me explicaba que buscaría en dónde estacionar y me apresure a entrar en el lugar.

Sería fácil encontrarla porque solo tenía que ir por el largo pasillo principal, buscando su aroma. Sin embargo, tras recorrer el pasillo, me di cuenta de que no se encontraba ahí.

Joder, Adley Miller.

No es que antes no estuviera preocupado, pero todo comenzó a crecer con las múltiples llamadas y mensajes, sin responder a Sarah, y en ese instante acababa de descubrir que ni siquiera estuvo en donde se supone que debía estar.

Salí del establecimiento y avancé hacia la calle lateral, dejando a un lado a quien aún me esperaba. Muchos de los locales ya estaban cerrados, pasaban de las nueve y treinta. Era más rápido, ir corriendo por las calles, que sobre un coche. Debía tomar una decisión y entonces me dirigí hacia mi izquierda. Fui trotando por la acera. Pasaron varios minutos, terminé acercándome a los barrios antiguos de Lindstrom, que formaban parte de la zona turística más visitada en la ciudad. Aminoré el paso y justo antes de doblar por una esquina, lo pude percibir... lavanda y menta.

Un par de calles más adelante, me detuve frente a un pequeño café. La fachada bien conservada e iluminada, tenía unos ventanales, del piso al techo, por los que pude verla ocupando un lugar en una mesa, siendo acompañada por Jimin.

Aquello no lo esperaba y de inmediato pensé en que tendría que poner atención especial en él.

Jimin estuvo bajo investigación, se le siguió durante algunas semanas. Aún en ese instante, otros integrantes de la manada, informaban esporádicamente sobre sus movimientos. Pero fuera de su comportamiento retraído, los demás confiaban en él y estaba siempre dispuesto en ayudar cuando se le necesitara. Incluso Yoongi, no dudo en darle una oportunidad y él nunca se equivocaba.

Jimin notó mi presencia y cruzamos miradas unos cuantos segundos. Esperaba que comprendiera que no tenía intenciones de interrumpir, sin embargo sus facciones se tensaron antes de volver la vista a Adley. Volví por dónde había ido a buscar, antes de que ella me viera, y mientras regresaba al estacionamiento, llamé a Sarah. Le dije que contactara al señor Girard, pues ya había encontrado a su sobrina, todo estaba bien y la llevaría de regreso, por lo que no era necesario que se quedara más tiempo.

La esperé, apoyando mi espalda contra la puerta del coche, observando como poco a poco, la gente comenzaba a dejar el supermercado. Veinte minutos después, vi a Adley, caminando junto a Jimin, al final del estacionamiento y se detuvo de golpe, lo hizo porque me vio ahí. Ella amplió los ojos, sorprendida, y se volvió. Si reacción me hizo pensar, que tal vez Jimin no le mencionara, que estuve afuera de la cafetería. La seguí con la mirada, justo después de que lo abrazara, a manera de despedida y caminara sin prisa hasta mi.