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— Feliz cumpleaños, Adley. — Tae, besó mi frente. Su aroma me inundó por completo cuando me estrechó entre sus brazos y sonreí ante el bonito despertar. Encontrarme con sus lindos ojos, que me miraban con ternura, me hicieron sentir feliz y querida.

Alguna vez soñé, vivir algo así con él. Posiblemente justo antes de que se alejara de mi, en el momento que creí, éramos más cercanos. Soñaba pasar mi vida a su lado, siendo más que amigos, y l mirar su rostro, en ese instante, comprendí que el tiempo había acomodado todo para los dos.

— Eres bonito en las mañanas. — le acaricié la mejilla.

— ¿Solo en las mañanas?

— No. No solo en las mañanas. — lo vi sonreír.

— Debiste pedir el día libre en el club.

— Pronto iremos a Lindstrom por mi coche. No puedo seguir pidiendo más días.

— Si trabajaras en el almacén, no tendrías esos problemas de tiempo para ti.

— Me gusta mucho trabajar en el club. — me sentía bien, pensando que era algo independiente, aunque tuviera a Jungkook de guardián. — Es bueno que cada quien tenga su espacio. — Tae suspiró con cierto fastidio, tenia semanas pidiendo que aceptara trabajar con sus padres, así podría estar cerca de él. — ¿Me llevarás?

— Por supuesto y nos veremos a la hora que termines. — de nuevo besó mi frente. Su expresión cambió y me miró de una forma extraña. Podía sentir que de pronto estaba nervioso. Era obvio que sabia, que lo estaba sintiendo y por alguna razón, puso su mano sobre mi pecho. — ¿Alguna vez has pensado en nosotros... juntos?

— Siempre pienso en nosotros juntos.

— No, no es... No hablo de lo que tenemos en ese instante. Hablo de... de que yo quiero casarme contigo, cielo. — las palabras, me sorprendieron y me quedé sin poder decir nada. Sus ojos estudiaban mi rostro, mientras intentaba descifrar lo que yo sentía. — Por favor, no te asustes. Es solo que no puedo dejar de pensarlo. Nosotros nos encontramos por una razón y el lazo se ha vuelto más fuerte, porque estamos destinados y ahora... Quiero una familia.

— Taehyung...

— No será pronto. Tú, tienes que estudiar, hacer todo lo que deseas y yo voy a estar para ti, apoyándote, pero ¿dentro de un tiempo? ¿Lo has pensado?

— Por s-supuesto que lo he pensado.

— ¡No, Adley! Lo siento, no quería hacerte llorar. — entonces, él comenzó a llorar.

— No estoy asustada... o tal vez si lo estoy, pero es porque no sé si podré darte todo eso que tu deseas. No sé si podré hacerlo.

— Así va a ser.

— No soy como ustedes.

— ¡Una parte de ti, lo es! Por eso te encontré. — de nuevo me abrazó. — Estabas ahí, esperando por mi. — El corazón me latía con fuerza y sus palabras calaron tan profundo. Yo también deseaba lo mismo.

— Te quiero. — hablé contra su pecho y levantó mi rostro para mirar mis ojos. — Te quiero con el alma, Taehyung. — y besé sus labios, con mucha ternura.

Ese día en el club, recibí muchas felicitaciones y algunos pequeños detalles de parte de mis compañeros. Ellie y Jungkook estaban invitados a una cena que Taehyung había preparado para mi. Me sorprendió, que hubiera considerado a mi amigo, después de tantas muestras de celos absurdos, pero al final se trataba de mi día.

Ellie pasó la tarde, preguntando, si Jin estaría presente. Se suponía que la única que no podría asistir era Misae, por su trabajo. Ella me había llamado, temprano para felicitarme y mencionó que Namjoon llevaría un regalo.

HUNTING [kth]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora