In The Shadows | Choso [Adapt.] (LIBRO 1)

23

Bajé del taxi, para cuando llegué a la dirección ya era de noche. Lo que pensé que era un club normal parecía ser un edificio completo, los autos lujosos y el montón de gente haciendo fila me indicaba que era un lugar exclusivo.

Caminé por la acera, pensando en cómo podría entrar, mi vestimenta normal no ayudaba mucho así que di vuelta al lugar y ví las puertas del servicio: estaban descargando cosas para el área de cocina. Esperé a que los dos chicos se alejaran de la entrada y fueran al camión de carga, para así yo tomar una caja y meterme con ella a la cocina.

Al ingresar parecía ser un desastre, todos corrían de un lado a otro preparando los alimentos, ni se inmutaban en ver quienes entraban a esta zona.

Busqué con la mirada la puerta que llevaba al club. Un mesero salió con una charola de aquí, dejé la caja cerca de esa puerta, apurándome en seguirlo.

A este punto mis manos estaban sudando bastante, tenía miedo que alguien me descubriera y me echaran del club. La única mentira planeada era decir que trabajaba descargando y que me perdí buscando el baño.

El camino que seguí gracias al mesero fue el correcto porque llegué al interior del lugar. Había mucha gente en la enorme pista, el primer piso estaba repleto, la música se escuchaba muy fuerte y las escasas luces te permitían ver un poco del interior.

Rodeé la pista de baile, tratando de buscar a Choso, no estaba por ningún lado. Alcé la mirada para ver el segundo piso ya que estos parecían ser unos palcos, era un tipo de sección más reservada porque en esa parte habían muy pocas personas. Miré a cada uno de ellos hasta que su llamativo peinado capturó mi atención.

Estaba sentado en un sillón frente al barandal, se levantó de este, ahora recargándose en el pasamano. Gracias a eso pude confirmar que sí era él, pero como si la vida me odiara, la mirada de Choso no tardó mucho en conectar con la mía.

Ladeó un poco la cabeza, se veía confundido, motivo por el cuál bajé la vista. Comencé a rodear la pista de baile con el fin de llegar a la salida, a mitad de mi trayecto volví a levantar la vista para ver si seguía ahí recargado.

Mi temor se cumplió cuándo supe que continuaba viéndome.

Creo que quería confirmar si se trataba de mí, ya que en esta segunda ocasión que lo observé, tenía un semblante que daba miedo. Se separó del barandal y caminó hacia las escaleras del segundo piso.

¡No! ¡No! ¡No!

Entré en pánico de inmediato, tuve que meterme a la pista de baile para atravesar la multitud y acortar camino, mi intención era buscar otra salida del extremo contrario de donde él venía.