Más valiente que nunca

243 51 18
                                    


Podía sentir las palpitaciones de su propio corazón en las sienes. El silencio era ensordecedor, y el rostro en penumbras de Gojo le miraba casi sin pestañear.

Lo había dicho. Había soltado aquella frase y no sabía qué pasaría a continuación.

—¿Tú también nos escuchaste? —preguntó Gojo.

—No era mi intensión —se excusó, nervioso—, pero estaba en la habitación de al lado. Era imposible no escucharlos. 

—Dios santo —Para alivio de Yuuji, Gojo soltó un suspiro mientras sonreía—. Para una vez que me echo un polvo en mucho tiempo y se tienen que enterar todos. 

Yuuji se río con él, acomodándose bien bajo las sábanas y haciéndose un ovillo.

Había salido bien para parado, por suerte.

—¿Hace mucho que no lo haces?

La pregunta curiosa de Gojo le sorprendió poco después de haber cerrado los ojos.

—¿Qué? —preguntó, abriéndolos y tragando saliva sonoramente.

—Un polvo, Yuuji. Si hace mucho que no tienes sexo. Y no me refiero a la paja mal ejecutada que te hice en los baños de ese motel.

—Oh, bueno... —necesitó tragar saliva otra vez, notando cómo se le atoraba por unos momentos en la tráquea—. Sí. Hace bastante. Desde que terminé con mi ex.

—¿Y de eso hace..?

—Un año, más o menos.

—Te compadezco —le dijo, cuya sonrisa podía apreciarse por la tenue iluminación de las farolas de afuera.

—No es para tanto —respondió, restándole importancia—. Te acabas acostumbrando y...

"Vamos, Yuuji, dilo", pensó para sí mismo. "Ya has soltado la bomba. Ve por todas".

—... y siempre puedes masturbarte hasta quedar seco.

Gojo se río al escucharle, y Yuuji agradeció haberle provocado esa respuesta.

—Benditas pajas, Yuuji. Tienes razón. ¿Qué haríamos sin ellas?

—¿Las... Las haces a menudo? —se atrevió a preguntar. Cada vez le costaba menos hablar. 

—Una casi cada noche.

—Pero... No... —titubeó—. ¿Y nadie se entera? Alguna vez has dormido conmigo.

—Y no te has enterado porque estabas dormido y a oscuras. Como ahora.

¿Aquello era una indirecta? ¿Se estaba tocando en ese momento?

Yuuji se tensó, permaneciendo unos segundos completamente quieto para intentar notar algún movimiento oculto bajo las sábanas.

Estaba convencido de que se correría sin manos si tan solo notase un ligero vaivén.

Pero no notó nada, y llegó a la conclusión de que Gojo le estaba tomando el pelo.

—Obviamente hoy no va a pasar —le dijo él, confirmando su teoría—. Ahora estas alerta y no quiero incomodarte.

—A mí no me incomodaría la verdad.

¿Qué importaba si pasaba vergüenza cuando tu vida estaba en constante peligro? ¿Qué más daba un rechazo cuando el fin del mundo estaba cercca?

Yuuji no quería dejar pasar un día más conteniendo lo que sentía.

—¿No te importaría? —preguntó Gojo, sorprendido—. Siempre pensé que sería incómodo. 

APOCALIPSIS (ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora