Imaginar lo es todo...
Esta historia es una serie de capítulos con diferentes personajes conocidos. Fandoms de todo tipo.
Dejó las puertas abiertas del paraíso, tu decides si quieres entrar o seguir de largo...
QUEDA PROHIBIDA LA REPRODUCCIÓN TOTAL...
(Es mi primer One Shots de un Argentino, espero que te guste)
PARTE 1
No estaba prestando atención a lo que sucedía dentro del auto, aunque por lo que había avistado hacía unos minutos atrás, parecían divertirse bastante.
Todos teníamos registro para hacernos cargo del viaje, pero el que siempre estaba al volante era Lautaro, Lauta para los amigos. Además de que era su camioneta y dudaba mucho de las habilidades de conducción de su grupo, o sea nosotros. Y la verdad es que hacía bien, no pensaba manejar en medio de la montaña.
Por la ventana podía ver la nieve a lo lejos, a pesar de que estábamos en enero. Había sido un verano bastante fresco y también tuvimos un invierno muy helado, y el resultado fue la nieve en plenas vacaciones. Sin embargo, a mí me encantaba el frío, odiaba el calor con todo mi ser. Cuando propusieron unas semanas Bariloche, fui la primera en apuntarme.
De repente, sentí una mano en mi cara.
—Dale amarga —me había sacado un auricular de la oreja—. Deja de aislarte, ya casi llegamos.
Matías, Mati...
Iba en el asiento acompañante de adelante, me había ganado en la carrera de hoy en la mañana. Era más rápido que yo y lamentablemente me venció.
Le sonreí. Últimamente me era inevitable, no sonreír cuando él estaba cerca, cuando me hablaba, cuando me miraba con esos ojos risueños. Y todo había sido culpa de Sofía, el día que salimos de Buenos Aires se me acercó en una de las paradas en la estación de servicio para comprar medialunas.
—Che, ¿qué onda ustedes?
Me llamó la atención codeándome en la fila para comprar un café.
Yo la miré de reojo, no tenía idea de lo que estaba hablando.
—¿Qué cosa? —pregunté.
—Dale Flor, con Mati —insistió con una obvia sonrisa de perversidad.
Baje la vista al suelo y entonces lo busque a él con la mirada. Por la ventana en la parte de afuera lo vi. Estaba con Nacho cargando el agua caliente para el mate, los dos hablaban y se reían, no podía imaginar de lo que hablaban.
—¿Con Mati qué? —sin apartar la vista de los chicos, avanzamos en la cola.
