Imaginar lo es todo...
Esta historia es una serie de capítulos con diferentes personajes conocidos. Fandoms de todo tipo.
Dejó las puertas abiertas del paraíso, tu decides si quieres entrar o seguir de largo...
QUEDA PROHIBIDA LA REPRODUCCIÓN TOTAL...
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ACTOR: Matthew Daddario. PERSONAJE: Alec Lightwood. CATEGORÍA:Amor/Odio. ADVERTENCIA: Lenguaje inapropiado.
Laurel tenía prohibido, explícitamente PROHIBIDO salir de la institución. Por orden del líder. Claro que a ella no le importaba un comino lo que le mandaran, ella no era parte de ese lugar, ella era solitaria, independiente. Sin embargo, desde que había estado con la irritante pelirroja Clary, Jace Wayland, Isabelle Lightwood y su... su hermano Alec, ella no tenía libertad de poner un pie fuera de la institución.
Laurel se marchó de su cuarto, si seguía ahí dentro correría el riesgo de auto lesionarse con lo primero que sus ojos encontrasen.
Pero cuando llegó al segundo piso, se topó con los reyes del circo. Era muy tarde como para retroceder, ya la habían visto.
—¿Qué tiene tu habitación, Laurel? —le preguntó Jace seriamente.
Ella suspiró.
—Escúchame... "Jace" —imitó la voz de Clary obligándolo a Alec dejar escapar una risa que tuvo que cortar al instante—. Si estoy un minuto más ahí dentro voy a suicidarme.
Clary la miró enfadada. Laurel, por otra parte, le sonrió falsamente. Lo hacía muy evidente, la pelirroja no era su favorita.
—Ya se que para ti sería un placer, créeme que para mi sería un alivio también —Clary estaba roja de la furia.
—No te puedes ir —comenzó Jace nuevamente.
—Si, si, ya lo escuché muchísimas veces pero, ¿sabías que es en contra de la moralidad humana que me retengan en esta iglesia modernizada? —se quejó ella—. Ni siquiera soy catolica.
Ahora si, Alec no pudo evitar reírse. Su hermana Izzy le hecho un vistazo algo sospechosa que en el momento que Alec notó, se calló nuevamente.
—No me importa lo que quieras Laurel, es peligroso que te dejemos ahí afuera... sola —se excusó Jace.
—No, peligroso es para ustedes dejarme ir porque yo soy la única persona que sabe donde esta la copa mortal —los labios de la muchacha se curvaron en una molesta sonrisa—. Lo único que quieren es la copa, no mi propia seguridad, estaba bien sola hasta que tuve que cruzarme con ustedes.
Se quejó golpeando sus palmas contra sus caderas. Isabelle la observaba algo triste, a ella no le gustaba no caerles bien a las personas y con Laurel había sido un gran desafío el cual todavía no había llegado a cumplir.
—Hace meses nadie sabía lo que ahora todos saben... tu eres la elegida tu vas a salvarnos del desastre que Valentine quiere provocar... —continuó Jace—... te necesitamos.
