Segunda Ronda

Fantasy

Apenas a unos minutos antes de la medianoche pero se logró!!

Tuve unos... contratiempos emocionales, pero no podía fallarle a Adora!!

Feliz cumpleaños a una de las mejores protagonistas que existen!!

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La tarde fue mucho más apacible que el día anterior, quitando las horribles horas de la noche. Catra podía recostarse sobre el regazo de Adora mientras veían la serie y recibir besos entre escenas. Enredaba su cola alrededor del otro cuello, y Adora se reía y la besaba o le acariciaba las orejas. Las caricias era la nueva parte favorita de Catra de su convivencia con la rubia.

Esto era esplendido y Catra todavía no se la terminaba de creer. Era un sueño hecho verdad. Adora en serio la ponía cursi. Le encantaba que trajera el cabello suelto, porque así podía meter sus dedos entre las hebras impunemente. Un capitulo había terminado, con una nota de extrañeza ya que She-ra apenas estaba notando puntos raros en el comportamiento en su IA, que para ella era más que solo un programa de computadora capaz de ayudarle. Aprendía y se asombraba. Adora parecía bastante dividida entre seguir viendo y hacerle cariños. Y por tanto Catra estaba dividida entre complacerla y dejarla ver la serie o seguir recibiendo caricias y toda su atención.

—Cat, ¿te gusta que también sean posesivas contigo? —mejor que Adora regresara a ver la serie y solo la acariciara cuando no estaba tan emocionada.

—¿De verdad quieres saber? —preguntó en voz baja.

—Hemos platicado de muchas cosas, pero nunca me has dicho qué te gusta en una relación —nunca se lo había dicho porque no quería adentrarse en esos temas con ella y que al final no pasara nada. Catra se acomodó mejor sobre los muslos de Adora, que tenía una mano acunando su cabeza y se puso totalmente bocarriba para mirarla.

—Supongo que tienes un punto. —comentó a regañadientes y Adora la miraba, paciente, con una sonrisa alentadora —No exactamente la posesión, pero me gusta sentir que me toman en cuenta —dijo después de un suspiro.

—Bueno, eso es fácil —ya estaba empezando el siguiente capitulo pero Adora no le estaba haciendo caso. Es cierto que ya llevaban tres capítulos y se estaba haciendo tarde. —¿Qué más? —le preguntó otra vez, tomándole una mano y jugando a juntar sus yemas.

—No se exactamente a que te refieras —prefirió jugar al tonto.

—Vamos, Cat. ¿Cómo te gusta que te traten? ¿Tus lenguajes de amor? —eso era demasiado incluso para Adora, se sonrojó y sintió las orejas encogerse.

—¡Esas patrañas de redes sociales! ¡Teorías desechadas hace décadas! —dijo sulfurada, pero era claro que su reacción divertía a la rubia.

—No seas mala, Cat. No estamos debatiendo teorías psicológicas, ¿me entiendes, no? —sí pero Catra giró la cabeza para esconderse en el estomago de Adora, que se volvió a reír. —Entonces voy a adivinar: si te gusta que te tomen en cuenta... entonces palabras de afirmación y tiempo de calidad —y así, en solo un renglón, la desarmaba. Se escondió más y ahora giró todo el cuerpo, pero su cola latigueaba algo erizada y sentía como Adora le acariciaba el cabello. —Puede que también actos de servicio... —pero Catra gruñó y Adora la recompensó con una risita —Bueno, te toca. ¿O quieres que te los diga?

Catra repasó lo que conocía de Adora. Los regalos la ponían incomoda, no sabía manejar que otras personas la sirvieran, pero le gustaba abrazar a sus amigos cercanos. Sin salir de su escondite, habló un poco ahogada por la franela de la camisa de Adora.

—Contacto físico y tiempo de calidad —y para reafirmar, la rubia se encogió y la abrazó.

—Todavía tengo muchas preguntas —le dijo con el aliento caliente junto a la oreja negra.