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Hola!

Otro capítulo antes de que acabara el año XD aunque me faltaron como tres one shots :v anyway, no está tan mal, eh?

Ya entramos a la recta final de esta historia uwu y un poco más de referencias jeje

Los veo en las notas finales :D

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Por la puerta salieron su ex esposo, que era a su vez su mejor amigo, su único hijo (y el único que tendría por sí misma) y la nueva novia de su mejor amigo. También ya consideraba a Perfuma una amiga. La otra rubia era tan abundante. Irradiaba alegría y calma allá por donde andara. Con un sentimiento tenebroso y esperanzador al mismo tiempo, Adora reflexionó sobre lo agradecida que estaba de que si algo le llegara a pasar a ella, su hijo estaría en manos amorosas. Tras ellos, otra persona de la que había subestimado su relación: Kate era una presencia carismática, traviesa, confortante y cariñosa. Una amiga inesperada, o de la que simplemente había estado ciega y renuente. Kate se despidió con una de sus sonrisas traviesas dirigida a Catra, quien Adora pensó que se iría junto con su hermana. Pero la magicat castaña se quedo inamovible en el pequeño espacio entre la sala y la cocina.

—Adora, cuídate mucho. Y no olvides los ungüentos, te aseguro que te ayudaran mucho —le dijo Perfuma mientras la abrazaba brevemente, Adora sentada en el comedor.

—Los voy a usar. Gracias por todo.

—Ni lo menciones —Y Perfuma le lanzó una mirada misteriosa y una sonrisita a Catra para llevarse al niño después.

Bow y Adora también se despidieron con algunas bromas y la promesa, otra vez, de que Adora descansaría y se tomaría las cosas con calma.

Cuando Kate cerró la puerta tras ella, Catra se encontró conque ella era la única mirando a la salida. La pediatra la miraba a ella con una ligera sonrisa.

—¿No te has cansado de mí? —la verdad es que además de disfrutar de cada momento junto a Adora, la magicat sentía una nueva ansiedad de dejarla sola. Y en vez de replicar con algo ingenioso, gracioso o sarcástico, una inseguridad la poseyó.

—¿Tú no te has cansado de mí? —sus orejas agachadas le demostraron a Adora que su pregunta era genuina.

—¡No, no! No quise decir eso —levantó las manos negando —Solo pensé que te gustaría descansar, ha sido un día largo.

—No tanto —quizás Catra malinterpretó la mirada que le diera Adora hace solo unos momentos mientras rechazaba la ayuda de Bow. Quizás no había nada detrás de dormir abrazadas y mirarse intensamente a los ojos mientras una estaba sobre el regazo de la otra. Quizás Catra solo quería volver a esos brazos. Quizás solo moría por besar a su amiga.

En cambio, fue hasta el librero que amenizaba el comedor con un variopinto conjunto de objetos en sus estanterías, pero entre ellos, los últimos títulos que Adora había tenido sobre la mesa. La rubia ya se estaba sonrojando desde que Catra agarró los tomos.

—¿Crianza entre Garras? ¿Mil y un curiosidades therians? ¿Magicats, del maullido al gruñido? —Adora enrojecía con cada nuevo título.

—No se suponía que vieras eso —susurró la rubia.

—¿Y hay algo interesante entre todo esto? —pero la sonrisa de Catra solo crecía y crecía.

—¿Sabías que la camada más grande ha sido de 22 cachorros registrados? —preguntó Adora agachando la mirada. Pero la sonrisa de Catra decayó un poco ante el asombro de tal dato curioso.

—¿22?

—¿Y que los cachorros pesaron solo 900 gramos en promedio?

—Okey. No quiero saber más de cachorros hasta que sea necesario —pero se sentó al lado de Adora y empezaron a explorar los libros y todas las anotaciones que su dueña les había hecho.

Segunda RondaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora