CUANDO ESTAMOS SOLOS

Extra 1

Sanha se había despertado primero, se levanto de la cama quitando de encima suyo los brazos de MoonBin los cuales lo apresaban atrayéndolo hacia el, tenían mucho tiempo durmiendo juntos pero el nivel de cercanía e intimidad que llevaban esos cuatro días descansando en esa cabaña era diferente, estaba realmente feliz de estar con su pareja completamente solos, por fin habían avanzado a la siguiente etapa de su relación, esa primera vez había sido grandiosa sentir las manos y los labios de su pareja por todo su cuerpo y pasar del nerviosismo a la excitación a través de las carisias de su novio hasta rendirse por completo y dejar que este hiciera lo quisiera con el, había resultado mejor de lo que imaginaba, pero la pregunta que MoonBin le había hecho el primer día lo mantenía con esa duda.

Durante los tres días que habían pasado y las varias sesiones de sexo que habían tenido, el había disfrutado  siendo quien recibía en su interior a su novio todo el tiempo, recibiendo toda la atención de su pareja, le gustaba sentir como este lo sostenía y consentía en todo momento le agradaba y mucho dejarse hacer lo que MoonBin quisiera, pero quería probar la otra parte de la moneda, ser el quién tomara a su pareja y le causará el mismo placer que el había recibido le excitaba, aun así sentía que podría decepcionar a su pareja si su desempeño no fuera el mejor. 

Se levantó de la cama y busco algo de ropa para cubrir su cuerpo, sonrió al pensar que seguramente ese atuendo también quedaría en algún lugar de la casa cuando su novio se lo quitase de encima, salió de la habitación y fue a la cocina, era cerca del medio día y su estomago gruñía pidiendo algo de alimento, se sirvió un poco del cereal de chocolate de MoonBin en un cuenco y reviso la heladera para ver que podría preparar para comer.

El aroma que venia de la cocina hizo que MoonBin despertara de su sueño, sin abrir bien los ojos se levanto y puso un pantalón que encontró en su camino y fue en busca del exquisito olor, cuando llego a la cocina vio a su novio quien bailaba y cantaba con sus auriculares puestos mientras removía algo en un sarten, la escena acabo de despertar a Bin quien tomo un banco de la barra y se sentó observando a su novio quien sin notar su presencia seguía contoneando su cuerpo al son de la música, después de un par de minutos la canción terminaba y Sanha giro usando la cuchara como micrófono para poner una pose final a su baile, abrió los ojos cuando escucho la risa de su novio quien aplaudía levantándose de su lugar para ir a abrazarlo pero antes de que lo alcanzara Sanha giro nuevamente con sus mejillas rojas de la vergüenza hacia la estufa nuevamente.

--Huele delicioso-- Dijo MoonBin mientras lo tomaba de la cintura y dejaba pequeños besos en su nuca. Eso se había convertido en algo cotidiano mientras estaban solos y cada ves que MoonBin lo hacia la piel de Sanha se erizaba por completo e inconscientemente ladeaba su cabeza dándole mas acceso a su cuello.

--Bueno espero que sepa igual que como huele, sabes que esto de la cocina no es lo mío, pero me he esforzado y espero te guste--

--Bebe, todo lo que haces me gusta, ya deberías saberlo-- contesto MoonBin mientras giraba a su novio para dejarle un beso en sus labios antes de regresar a su lugar para seguir viendo a su novio mientras este cocinaba.

Después de comer decidieron que saldrían a caminar a los alrededores para despejarse un rato pues habían pasado los tres días anteriores encerrados en la cabaña, pero Sanha realmente no disfrutaba tanto de las caminatas al exterior como Binni, así que tras huir de algunos insectos que se empeñaban en perseguirlo y ser "rescatado" por su novio, decidieron regresar a la comodidad de la casa.

--Que quieres hacer bebe-- Pregunto MoonBin cuando entraron a la cabaña.

--Que te parece si me enseñas a jugar billar, aprovechemos la mesa, antes de irnos--

--Ok, te enseñare y después jugaremos por prendas, eso lo hará mas interesante-- 

--¿Que? ¿no te parece que es injusto? yo nunca lo he jugado--