Adán y Eva

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No sé cómo empezar a decirte lo que siento. Sé que te fuiste hace mucho tiempo, que ya no me quieres, que ya no me necesitas. Pero yo no puedo olvidarte. Te sigo viendo en cada esquina, en cada canción, en cada sueño. Te sigo extrañando como el primer día.


Pero también sé que no puedo seguir así. Que no puedo vivir en el pasado, que no puedo aferrarme a un amor que ya no existe. Que tengo que seguir adelante, que tengo que sanar. Y eso es lo que estoy haciendo, poco a poco, día a día.


Estoy aprendiendo a quererme a mí misma, a valorarme, a respetarme. Estoy descubriendo nuevas cosas, nuevas personas, nuevas oportunidades. Estoy abriendo mi corazón a la vida, a la alegría, a la esperanza. Estoy dejando ir el dolor, el rencor, la culpa.


No te voy a mentir, no es fácil. Hay momentos en los que me siento sola, triste, vacía. Hay momentos en los que te llamo, te escribo, te busco. Hay momentos en los que quiero volver a verte, a abrazarte, a besarte. Pero luego me doy cuenta de que eso no es lo que quiero, ni lo que necesito. Lo que quiero es ser feliz, y lo que necesito es estar en paz.


Y sé que lo voy a lograr, porque soy fuerte, porque soy valiente, porque me merezco lo mejor. Porque sé que hay alguien ahí fuera que me va a querer de verdad, que me va a hacer sentir especial, que me va a hacer vibrar. Y porque sé que tú también vas a encontrar tu camino, tu felicidad, tu amor.


Así que te deseo lo mejor, de todo corazón. Te agradezco por todo lo que vivimos, por todo lo que me enseñaste, por todo lo que me diste. Te perdono por todo lo que sufrimos, por todo lo que me hiciste, por todo lo que me quitaste. Y te dejo ir, con amor, con gratitud, con libertad.


Adiós, mi amor. Adiós, mi vida. Adiós, mi sueño.


Con esas ganas de vivir y de sanar me levanté, agradecida con Dios por otra más de vida, con esa misma energía fui hacer mis oficios para así salí a trabajar, puse música alegre y sin pensarlo comencé a bailar, sin darme cuenta ya estaba lista para ir a trabajar.


Llegué a la empresa donde todos esperaban, en especial Sonia y Juan, esté último se ha hecho muy especial a pesar de que lleva solo un mes trabajando, pero en tampoco tiempo se ha mostrado como alguien cálido y confiable.


-Buenos días Srta. Roxana.


-Buenos días Juan, listo para un nuevo día.


-Si, vamos con todo.


En eso habló Sonia.


-Amiga!! Qué Bella luces hoy!!


-Gracias amiga linda.


De momento llegaron Alejandro, Gabriel y Luis.


-Buenos días mi gente hermosa!! ¿Cómo amanecieron?


Gabriel siempre tan contento dinámico y explosivo, es definitivamente la alegría de la sucursal.


-Jajajaja Gabriela tu siempre con tu bulla. Buenos días chicas y chicos.


Por su parte Luis es más tranquilo y reservado, todo un galán.


-Señoritas, caballeros, que tal su mañana?


Alejandro era de todos el que más me llamaba la atención, siempre tan discreto y educada, muy limpio aseado y organizado, es la prueba de que no necesitas de ropas elegantes para verte bien.


-Hola Alejandro, buenos días ¿ Cómo está la familia?


-Excelente gracias a Dios, mi esposa está cada día más hermosa.


Que bello ver a un hombre expresaré bien de su esposa. Justo en ese momento llegó Mariana junto con el Sr Cristian. En eso Sofi me dijo.


-Tienen ya varias semanas viniendo juntos ¿Crees que estén tu sabes haciendo cuchi cuchi?

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