Amor entre mentiras

6. Familia y mentiras

                   Familia y mentiras
                                    | Adara |

Era jueves por la noche, habían pasado días desde lo que sucedió con Evelyn, no hablamos desde entonces. Tampoco me tomé el trabajo de preguntarle a Finn cómo ella se sentía y en donde estaban cuando yo subí a mi habitación.

A Oliver no lo volví a ver desde ese día, desde en el momento que le pedí que no se fuera y que se quede conmigo. No sabía nada de él.

Iris ya había llegado de Madrid, habíamos hablado un par de días pero luego me dijo que tenía asuntos pendientes con su padres, entonces no nos hemos visto.

En fin, la mayoría «desaparecidos».

El ambiente del restaurante era tranquilo, me agradaba. Había demasiada gente, pero nada para querer salir corriendo de aquí. Era un ambiente distinto a donde me encontraba siempre. Muchas cosas elegantes, atractivas, finas e incluso estilosas.

Estábamos en una cena familiar con mi hermano, mamá, tíos y primos. Era un lugar realmente lujoso, así que esta vez, debía ponerme algo acorde a la situación. Lamentablemente no podía estar vestida como me gustaría; con ropa mucho más cómoda.

Tuvimos que esperar unos 15 minutos para que nos dieran una mesa, mi madre no quería cualquier lugar, quería específicamente, del lado de la ventana. La vista apuntaba hacia la hermosa playa de San Diego, California.

Realmente amo este lugar.

—Adara, ¿puedo sentarme a tu lado? —cuestionó Theodora, mi prima.

—Claro —enuncié sonriente.

Mi prima y yo éramos cercanas, nuestras edades también lo eran. Ella tenía 15, nos llevábamos dos años. Es cómo mi hermana pequeña y le tengo mucho cariño.

La mesa era de 6 personas, por lo cual, Finn, Theodora y yo, nos sentamos los tres alineados enfrente de los adultos: Samantha, Leahnor, mi tía y Anthony, mi tío.

Al sentarnos, mi tía ya empezó con la preguntas.

—¿Cómo has estado Adara? Tanto tiempo. —Cruza sus brazos con una enorme sonrisa en su rostro.

—Bien, gracias por la pregunta —contesté.

—¿Y tú Finn? ¿Cómo te encuentras?

Sonríe —. De la misma forma que Adara.

Finn siempre diciendo exactamente lo mismo que yo. Maldito estúpido.

—¿Hay amores encontrados en sus vidas?

Estas son las típicas preguntas que no quería oír hoy, ni responder.

De mi parte —Finn acomodándose su traje—, no hay nadie. Estoy solo y feliz.

—¿Tú Adara? —mi tía interrogándome.

—Prefiero concentrarme en mi, así que por el momento paso.

—¿Cómo te ha ido en el bachillerato, Theodora? —Mi madre apunta.