La fiesta Ⅰ
| Adara |—Te ves hermosa.
—No voy a negarlo —espeté sonriendo. Mi cabello suelto se movía mientras yo me miraba al espejo. El labial rojo pintaba mis labios rosados.
—El negro es tu color.
—¿Tú crees? —Junté las cejas.
—Sin pensarlo dos veces. —Sonríe.
Estábamos con Iris en casa preparándonos para la fiesta a la que Oliver nos invitó. Ella me pidió ayuda y entonces, me encargué de escoger su vestido; me había dicho que eligiera entre uno rojo o uno rosa. Prefería mil veces el rosa, le quedaba 10 puntos.
En cambio, yo me había puesto un vestido negro de mangas largas con unas botas que me llegaban un poco más arriba de mis tobillos.
La pelirroja se ocupó de mi maquillaje y del suyo. Debería ser maquilladora profesional porque me siento espectacular y el maquillaje está demasiado perfecto. A ella siempre le agradó la idea de ser maquilladora profesional.
No soy una chica egocéntrica, pero tengo mis días en donde me siento totalmente bien y otros donde me siento totalmente mal. Hoy me sentía demasiado perfecta.
Finn estaba en su habitación preparándose al igual que nosotras, habíamos quedado en que iríamos todos juntos. Oliver nos pasaría a buscar a nosotros tres y a Evelyn; deberían de estar llegando porque la rubia ya se subió al auto.
Noah, Marco y Josh irían por su cuenta, ellos de seguro ya estaban yendo para allí.
Mientras Iris ponía música al máximo volumen y cantaba en mi habitación, una sonrisa se formaba en mis labios mirándola estar feliz.
Por alguna extraña razón, sentía que en esa puta fiesta, sucedería algo que cambiaría todo.
Adara Dickson diciendo estupideces una vez más.
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Evelyn
—Estamos abajo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Demasiados signos de exclamación diría yo.
Adara
—En instantes estamos allí.
—Oye, Iris, están Oliver y Evelyn abajo. ¿Vamos?
Sonríe —. Por supuesto. —Apagó la música y me siguió.
Mientras bajaba las escaleras, pensamientos de si Evelyn se habrá tirado a Oliver aparecían en mi cabeza. Desde esa mañana en la que yo observaba cómo ella trataba de hablar con ellos, no sabía en qué pensar.
Mamá esta noche salió a las apuradas porque la llamaron del hospital. Seguro deberá estar cuidando a alguien enfermo.
—Al fin se visten bien —la voz de Finn desde la puerta de entrada me hizo volver a la tierra.
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Amor entre mentiras
عاطفيةAdara Dickson; es una simple chica de diecisiete años, vive con su hermano, Finn Dickson, y su madre, Samantha Dickson en San Diego, California. El padre de los adolescentes los había abandonado a muy temprana edad. Tiene demasiada confianza con su...